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Un amigo del tenista conducía el vehículo, que se estrelló contra una farola.
Nick Kyrgios ha desaparecido de las pistas de tenis desde su derrota en primera ronda en el Open 250 de Zuhai, donde cayó frente a Andreas Seppi, aunque ha vuelto a saltar a los titulares por una noticia ajena al deporte.
Se trata del accidente de tráfico que tuvo con su Dodge Challenger SRT Demon, un coche valorado en 200.000 euros, que conducía un amigo suyo. El suceso se produjo en Bonner, donde el conductor perdió el control del vehículo y se estampó contra una farola, pero ambos salieron ilesos.
El tenista australiano ha acumulado una importante cantidad de sanciones por mal comportamiento durante esta temporada y se tomó a broma el castigo de la ATP, pero desapareció de los focos al dar por terminada la temporada en Zuhai por una lesión en el hombro derecho. Ahora debe controlar sus impulsos si no quiere recibir un castigo de 16 semanas de inhabilitación y una multa de 25.000 dólares.
No obstante, vuelve a estar en el ojo del huracán por el accidente que dejó seriamente dañado su coche. Además, al encontrarse el vehículo a su nombre, Kyrgios tuvo que declarar ante la policía australiana y volvió a poner en el ojo del huracán.
