Era cuestión de tiempo que también el sector audiovisual se pusiese las pilas con proyectos que les ayuden a capear el temporal. 

La distribuidora A Contracorriente y su exhibidora asociada, los Cines Verdi, han conseguido unir a más de setenta salas de toda España para poner en marcha la iniciativa Sala Virtual de Cine. Se trata de un espacio habilitado para que el público, desde sus dispositivos móviles, Smart TV y conectados a Internet, pueda ver algunos de los estrenos cinematográficos que estaban programados para llegar a salas de cine convencionales.

La plataforma, específicamente habilitada para albergar películas de estreno, pretende convertirse en un servicio al espectador que durante las próximas semanas no pueda acudir a ningún cine.

"El 10 de marzo comprendimos que nos veíamos abocados al cierre de salas", cuenta Eduardo Escudero, director de desarrollo de A Contracorriente Films, "así que empezamos a pensar cómo podíamos hacer para no interrumpir el diálogo que nosotros, como exhibidores, mantenemos con el espectador semana tras semana".

Así, en un primer momento, Sala Virtual de Cine nació como plataforma de exhibición para los Cines Verdi, pero pronto se transformó en otra cosa. "Rápidamente nos dimos cuenta que lo que era bueno para los Verdi tenía que ser bueno para otros cines, así que reconvertimos el proyecto en una sala virtual para cualquier cine que decidiese adherirse". Hoy son 76 salas y exhibidoras de toda España como el Artistic Metropol, Cinemes Girona, Cines Luz de Castilla, Multicines Zamora...

?A partir del 8 de abril podrás ver desde tu casa VIVARIUM en https://t.co/X6WN1K2kOH.Presentada en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes. Una de las películas de género de la temporada, presente en los principales festivales nacionales. ?? pic.twitter.com/LAP6njmVVV

— virtual_cine (@salavirtualcine) April 6, 2020Ni plataforma de VOD ni agente disruptor

"Esta sala pretende ser, ni más ni menos, que una extensión virtual de una sala de cine convencional", explica Escudero. "Queremos ser una herramienta de comunicación desde los cines para seguir conectados con una audiencia que, ahora mismo, están accediendo a cientos de horas de streaming".

Los ingresos por entrada, que se fija con un precio de 6.95€ similar al precio medio de las entradas en muchos de los cines adheridos, se comparten entre todas las salas. "Tanto lo que provenga de Sala Virtual de Cine, como lo que estas películas obtengan en otras plataformas, serán ingresos compartidos entre todos los cines que forman parte de esta iniciativa".

"El valor añadido de Sala Virtual de Cine es que estamos hablando de estrenos. Esto no pretende ser una plataforma al uso de Video On Demand ni competir en ese terreno", explica Escudero, "precisamente por ese carácter de complemento a una sala normal". Según él, esta iniciativa "no es disruptora de nada: confiamos en que cuando las cosas vuelvan a la normalidad, esto no sea más que un paréntesis. Pero queremos, como cines, seguir en contacto con el público".

El audiovisual español contra el coronavirus

La de A Contracorriente no es la única iniciativa que la industria audiovisual está llevando a cabo. Hace unos días, la distribuidora independiente Avalon organizaba el preestreno online de uno de sus títulos más esperados y retrasado por el coronavirus: Matthias & Maxime, la nueva película de Xavier Dolan, se estrenaba en exclusiva en Filmin con un precio de alquiler de 5.95€. Fue la película más vista en la plataforma española aquel fin de semana, y una de las diez estrenos más vistos de su historia.

Exhibidoras como los cines Renoir han optado por ofrecer algo muy distinto: organizar festivales semanales con los que movilizar al público y compartir contenido gratis y en Internet. Por ahora, han organizado un festival de vanguardias de los años veinte, otro de cine español y ahora llevan a cabo uno de webseries.

"De esta situación todos aprenderemos muchas cosas", apunta Escudero, "también en cuestión de consumo audiovisual". Aún así, el responsable de desarrollo de A Contracorriente piensa que la situación que el sector audiovisual tendrá que afrontar en un futuro próximo, debería estar en la agenda política del país. "Quizás lo único que podamos sacar de esta crisis sea que ante la preocupación por el impacto económico que esto va a tener, por fin el cine se convierta en una cuestión de Estado ante nuestras autoridades y administraciones públicas, como en nuestro país vecino Francia, o en Estados Unidos."

A pesar de vivir un momento de consumo masivo de cine y de audiovisual online, "el nuestro es uno de los sectores que ha entrado en una parálisis completa", decía Mariano Barroso, Presidente de la Academia de Cine, en una carta abierta emitida el pasado 31 de marzo. "Esta nube espesa y negra desaparecerá un día no muy lejano. Y dará paso a una nueva luz y a una nueva etapa en la que, entre todos, tendremos que recomponer todo lo que se ha perdido. En esa fase nuestro colectivo querrá jugar un papel decisivo", señalaba.