La escritora Encarnación Aragoneses Urquijo, más conocida por su seudónimo Elena Fortún, creó a su personaje más célebre a principios de la tercera década del siglo XX. Se llama Celia y es una niña de rizos rubios que tiene un superpoder más potente que el de volar o atravesar las paredes: hablar con la voz de sus lectores. Sus libros pasan de generación en generación, destartalados de tanto manosearlos, con entusiasmo auténtico por parte de quien los cede, que la presenta como su mejor amiga.