Históricamente, el cómic ha sido visto como un medio infantil; sin embargo, en las últimas décadas, su desarrollo como un lenguaje adulto ha sido evidente, y ha copado tanto las instituciones culturales como la agenda informativa. Pero eso no significa que el cómic dirigido a la infancia haya desaparecido. De hecho, en los últimos años, se vive un auténtico bum, que ha llenado el mercado de obras muy interesantes orientadas a los más pequeños. Cada vez son más los autores y autoras que se sumergen en esta franja del público, tan exigente como la adulta, si no más.