Los inversores estarán atentos esta semana a posibles avances médicos contra el coronavirus, a las relaciones entre Washington y Pekín -que han vuelto a tensarse-, y a un buen número de indicadores macroeconómicos, entre ellos los índices de confianza empresarial y de los consumidores en Europa y EE.UU.

En el capítulo macroeconómico destacan también los datos del PIB del primer trimestre en países como EE.UU. (segunda estimación), Alemania, Francia o Italia, e indicadores semanales relevantes, como las peticiones de subsidios de desempleo en el mercado laboral estadounidense y la evolución de los inventarios de petróleo.

Según Aitor Méndez, analista de IG, "la semana que viene estará marcada por lo que puedan aportar los medios sobre la evolución de las búsquedas de vacunas y tratamientos contra el coronavirus y por las grandes medidas que sigan tomando los Gobiernos y los bancos centrales para estimular la economía".

"En la otra cara de la moneda, noticias negativas sobre la evolución del coronavirus, un aumento de los casos de contagios y fallecimientos en las principales economías podrá hacer que el mercado experimente algún momento de corrección", explica Méndez en declaraciones a EFE.

Otro factor con un creciente protagonismo será, a su juicio, el estado de las relaciones entre EE.UU. y China.

"Todas las mañanas Europa se desayuna con nuevos cruces de declaraciones, acusaciones, amenazas de barreras comerciales y medidas de castigo a través de canales oficiales y oficiosos por parte de las administraciones de Donald Trump y de Xi Jinping. Por lo tanto, creemos que éste será el gran factor que hará moverse el mercado y condicionará todas las operativas la próxima semana”, subraya Méndez.

Para Hans-Jörg Naumer, de Allianz Global Investors, entre la multitud de datos macroeconómicos que se esperan para la próxima semana "destacan principalmente los índices de confianza, con su importante función de indicador adelantado".

Esta semana se conocerán encuestas de confianza de los consumidores y de los empresarios en EE.UU., Alemania, Francia, Italia y en el conjunto de Europa.

Según Naumer, "puesto que los países están sufriendo los efectos de la pandemia de coronavirus de manera muy diversa y han tomado medidas diferentes, no cabe prever que el panorama económico sea uniforme, pero no deberían descartarse unos primeros signos de recuperación".