Jorge Lorenzo disuelve la instrumental que montó en Luxemburgo con empresas offshore y millonarios mexicanos

La sociedad instrumental que el piloto español de motos Jorge Lorenzo montó en Luxemburgo hace algo más de un año, en pleno litigio con la Agencia Tributaria, junto a una familia de multimillonarios mexicanos y seis empresas offshore, ha tenido una vida breve y un final accidentado y abrupto. Los socios de la empresa han resuelto liquidarla y disolverla poco después de crearla, tras el estallido de la pandemia, y poco tiempo después de que su existencia llegase a los medios de comunicación.

Antes de disolver la sociedad, la empresa interpuso una demanda por la publicación de información sensible sobre sus accionistas contra el Registro de Luxemburgo, país que ha vuelto a ser señalado en una reciente investigación como refugio de chiringuitos financieros y sociedades fantasma para multimillonarios como Shakira o el heredero saudí.

"Entre sus socios se encuentran un reconocido deportista y miembros de una reconocida familia en México, y la publicación de estos datos personales los expone a ellos y a sus familiares a un riesgo significativo de amenazas, secuestro y para su seguridad en general", se lee en el texto de la demanda que presentó la empresa, Euthalia SARL, días después de que elDiario.es revelase su existencia. "Ya se han publicado diferentes artículos de prensa", señalaban los demandantes.

Euthalia tenía un capital de 13,1 millones de euros y estaba administrada por el italiano Andrea Millacci, un gestor de grandes patrimonios afincado, como el piloto, en Lugano (Suiza). Se constituyó a finales de 2019, semanas después de que el tricampeón del mundo de MotoGP en 2010, 2012 y 2015 anunciara su retirada como piloto oficial de esa categoría.

Lorenzo abandonó la elite del motociclismo tras trascender que la Hacienda española le había levantado actas por importe de más de 40 millones por no tributar en España entre 2013 y 2016 y simular su residencia en Suiza.

La Agencia Tributaria abrió una megainspección a Lorenzo tras publicarse en 2013 un vídeo publicitario en el que presumía de mansión en Barcelona (cuando supuestamente vivía en Lugano) rodeado de chicas en bikini. "Desde el año 2013 vivo y pago mis impuestos en Suiza. Las autoridades de dicho país defienden mi condición de contribuyente y son conocedores de la composición y localización de mi patrimonio. No hay nada opaco", declaró el piloto en un comunicado publicado el pasado diciembre, después de que El Confidencial revelase que fue cliente de la conocida como red Charisma.

Esa trama de gestores financieros que investiga la Audiencia Nacional usó supuestamente decenas de sociedades instrumentales y testaferros para evadir y blanquear fondos de ciudadanos y empresas españolas y tiene como origen la filtración de la llamada 'lista Falciani' de evasores fiscales por parte del antiguo empleado del banco HSBC Hervé Falciani. Según El Confidencial, Lorenzo usó la red para mover 850.000 euros y guardaba activos en Andorra y Mónaco.

"Respecto de la Agencia Tributaria española, quiero aclarar que he abonado todos los impuestos que me han sido reclamados. No obstante, mis abogados están disconformes con la interpretación de la Agencia Tributaria española (que me considera residente en España) y han reclamado la devolución de estas cantidades", aseguró Lorenzo en diciembre, cuando negó conocer o haber "solicitado los servicios de D. Alejandro Pérez Calzada, el presunto responsable de la trama Charisma" y marido de la jefa de la oficina Antifraude con Mariano Rajoy que supuestamente lideró esa trama para ayudar a evadir impuestos a más de 500 fortunas españolas.

"Vincularme con una red de blanqueo de capitales y evasión fiscal es una noticia torticera y falsa", afirmó Lorenzo en diciembre.

La liquidación de esa sociedad de Luxemburgo se produjo la pasada primavera y es anterior a que trascendiera la vinculación del piloto con la red Charisma. El mallorquín era la persona física que más títulos concentraba en esa instrumental del Gran Ducado, cuyos activos se desconocen porque nunca llegó a presentar cuentas. Lorenzo tenía un 22,87% de Euthalia representativo de una inversión de unos 3 millones y el 42,51% estaba en manos de seis sociedades offshore radicadas en Panamá e Islas Vírgenes.

Con un título más que Lorenzo destacaba la panameña Shivananda Limited, que junto a otras tres sociedades de ese país sumaba el 36,51%. Esas firmas de Panamá tenían el mismo domicilio social. Estaban administradas por un abogado neozelandés especializado en planificación fiscal vinculado a más de 200 sociedades panameñas y más de un millar en Nueva Zelanda.

En el accionariado de la empresa también destacaba la familia mexicana Álvarez, dueña de Grupo PISA, una de las principales farmacéuticas mexicanas. En total, los cuatro hermanos Álvarez tenían a su nombre el 23,01% de las acciones de Euthalia. Un 12,26% está en manos de la mayor, Stella Álvarez Vega, y el resto correspondía a sus hermanos Esteban (3,86%), Juan Carlos (3,86%) y Santiago (3,03%).

Esta empresa fue sancionada e inhabilitada en octubre por el Gobierno de Ángel Manuel López Obrador para optar a licitaciones públicas durante 30 meses por su presunta responsabilidad en un problema de desabastecimiento de fármacos para el cáncer infantil en ese país.