La subida de la luz dispara el IPC en agosto al 3,3%, su máximo en casi una década

El espectacular encarecimiento de la factura de la luz está impactando de lleno en la inflación, con el consiguiente deterioro del poder adquisitivo de empresas y particulares en plena recuperación. El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,4% en agosto en relación al mes anterior y situó su tasa interanual en el 3,3%, cuatro décimas por encima de la de julio y la tasa más alta desde octubre de 2012, según los datos avanzados publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

"En este comportamiento destaca la subida de los precios de la electricidad, mayor este mes que en agosto del año pasado", señala el organismo en una nota.

Agosto se ha saldado hasta ahora con siete récords históricos en la cotización del mercado mayorista de electricidad, el último, este mismo lunes, cuando el denominado pool va a pulverizar otro máximo al situarse en 124,45 euros por megavatio hora (MW/h). Esta tarde la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dará explicaciones en el Congreso sobre esta escalada, que está relacionada con el encarecimiento del gas natural y el CO2 y ha abierto un debate sobre la necesidad de reformar el mercado eléctrico, forzando al Gobierno a plantearse que una empresa pública gestione las concesiones hidroeléctricas.

Al encarecimiento del recibo eléctrico, que este agosto va a saldarse con la factura más cara de la historia para los consumidores domésticos, se suma el encarecimiento de otras partidas energéticas, como los carburantes: con el petróleo por encima de los 70 dólares, la gasolina acumula un encarecimiento del 21,3% respecto a hace un año, que en el caso del gasóleo alcanza el 18,7%.

Con el dato de agosto, el IPC interanual encadena su octava tasa positiva consecutiva y continúa en sus niveles más altos desde 2017. En tasa mensual, el IPC ha vuelto a tasas positivas al subir un 0,4% en agosto, tras caer un 0,8% en julio después de sumar cuatro meses consecutivos de ascensos.

El INE incorpora en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que aumentó en agosto una décima hasta el 0,7%, más de dos puntos y medio por debajo de la del IPC general. 

El organismo, que publicará los datos definitivos del IPC de agosto el próximo 14 de septiembre, también ha publicado este lunes el Índice General de Precios de Exportación de los productos industriales de julio, que registró un aumento interanual del 10,4%, un punto y medio por encima de la registrada en junio y su mayor repunte desde el inicio de la serie, en enero de 2006.

Por su parte, los precios de importación de dichos productos subieron un 12,9% en comparación con julio de 2020, tasa más de dos puntos y medio superior a la del mes anterior y la más alta también desde enero de 2006.

Este escenario inflacionista llega mientras el Gobierno ultima la apertura de las negociaciones con los agentes sociales para la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y a la espera del efecto en las arcas públicas que la subida de los precios como consecuencia de la revalorización de las pensiones.

La carestía de muchas materias primas en paralelo a la recuperación de la economía mundial, los problemas de suministro de algunos componentes tecnológicos, como los semicoductores, y las tensiones inflacionistas derivadas del aumento de los costes del transporte de contenedores desde Asia ya llevaron a muchas grandes empresas españolas a incluir diversas advertencias en este sentido en sus resultados del primer semestre del año, aunque entonces el escenario inflacionista se aventuraba como algo temporal.