La federación que representa a los trabajadores del transporte en el mayor sindicato de Italia ha mostrado hoy su preocupación porque la aerolínea Alitalia, en administración concursal desde mayo de 2017, no encuentra inversores para evitar su quiebra.

El próximo 15 de octubre finaliza la sexta prórroga concedida por el Gobierno italiano para que la empresa pública Ferrovie dello Stato presente un plan industrial con el que evitar la bancarrota de Alitalia.

Además de Ferrovie, en el plan para reflotar la aerolínea participan también la concesionaria Atlantia, propiedad de la familia Benetton y socia de la española ACS en Abertis, el Ministerio de Economía italiano y la aerolínea estadounidense Delta Air Lines.

Pero Ferrovie no consigue convencer a estos socios de que firmen un acuerdo definitivo y la situación de agonía se alarga.

"Nos preocupa un posible nuevo aplazamiento y sobre todo que, a dos días de la fecha límite del 15 de octubre, parece que todavía no hay claridad por parte del Gobierno sobre el socio industrial", apuntó el secretario nacional de esta rama del sindicato, FILT CGIL, Fabrizio Cuscito, en un comunicado.

Cuscito opinó que, después de más de dos años de administración concursal, Alitalia ha sido incapaz de elegir "en qué gran alianza mundial debe estar" y esto denota una "falta de visión estratégica con respecto al futuro de la empresa".

Fuentes conocedoras de las negociaciones explicaron recientemente a EFE que la alemana Lufthansa, que se interesó en comprar una parte del negocio de Alitalia en 2017, ha vuelto a prestar atención a la compañía, esta vez con la intención de mantener un acuerdo comercial que no le exija una inversión.

Alitalia no quiere este tipo de pactos y ha sugerido a Lufthansa en una carta que se sume a la alianza con el dinero y el riesgo que toda operación de mercado comporta, según las mencionadas fuentes.

En cuanto a las empresas que están ya en las conversaciones, el primer problema lo representa la estadounidense Delta Air Lines, que está interesada en participar solo con una inversión pequeña en el capital de Alitalia -que no tiene beneficios desde 2002-.

Por su parte, la concesionaria Atlantia tiene dudas, resumieron las fuentes, ya que el Movimiento 5 Estrellas, que forma parte del Ejecutivo italiano, insiste en retirar las concesiones a su filial Autostrade per l'Italia porque la considera responsable del hundimiento del puente de Génova en agosto de 2018.

Atlantia podría jugar la carta de ayudar a Alitalia a cambio de que su filial no vea sus concesiones canceladas.

El secretario nacional de FILT CGIL aprovechó para pedir a los políticos que analicen la situación del transporte aéreo en Italia y lamentó que el país "no tenga una participación, aunque sea pequeña, en ninguno de los consorcios que construyen aviones", lo que merma las posibilidades de crecimiento en el campo aeronáutico.