Toda una declaración de intenciones y prácticamente una enmienda a la totalidad de la política ambiental de la UE en los últimos años. El Partido Popular Europeo quiere revertir una de las principales medidas de la agenda verde europea: la prohibición de la venta de coches de gasolina y diésel a partir de 2035, una iniciativa a la que ya se opuso en el Parlamento Europeo.
Pero ahora va un paso más allá y en un manifiesto, elaborado en los prolegómenos de las elecciones europeas de junio, recoge su voluntad de dar marcha atrás.