Varios clubes de la liga de fútbol inglesa obligan a las familias a pagar hasta 700 libras (830 euros) para que sus hijos puedan salir de la mano de los jugadores al inicio de cada partido.

Según una investigación del británico The Telegraph, equipos como el Tottenham o el Aston Villa cobran hasta 500 libras (cerca de 600 euros) por ello. El caso más sangrante es el del West Ham, donde la cifra asciende hasta las 700 libras. Algunos clubes, además, incluyen un plus de 100 libras si los menores acompañan al capitán al salir al campo. 

Frente a la estrategia de la mayoría de clubes, equipos como Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester United, Manchester City, Newcastle y Southampton lo ofrecen de manera gratuita mediante un sorteo entre sus socios.

Según el periódico británico, los clubes ingleses de primera y segunda división se embolsarían 500.000 libras (cerca de 600.000 euros) cada temporada con este sistema. Algunos de los equipos reservan una pequeña parte de esa cantidad para fundaciones propias. Es el caso del Burnley, que ofrece cuatro paquetes "VIP" por 310 libras (368 euros) que se donan a causas sin ánimo de lucro, además de otras seis plazas por un precio de 40 libras (cerca de 50 euros) por partido.

El presidente de la Asociación de Aficionados del Fútbol, Malcolm Clarke, se ha mostrado "impactado" porque "mientras muchos clubes donan sus recaudaciones a causas benéficas, es irónico que esas recaudaciones se obtengan a través de las comunidades desfavorecidas a las que pretenden ayudar las organizaciones que reciben las donaciones". 

En este sentido, The Telegraph recuerda que el West Ham tiene su estadio en una zona de Londres con una tasa de pobreza del 37% –diez puntos más que la media de la capital– y en la que más de un tercio de los empleados tienen los salarios más bajos de la ciudad. A esas familias se les cobra 700 libras para que los niños puedan saltar al campo antes del pitido inicial acompañando a los jugadores.