La segunda ciudad más afectada por el brote de coronavirus en la provincia de Hubei ha prohibido a sus 4,8 millones de habitantes que abandonen sus hogares bajo amenazas de detención durante 10 días, según ha informado el diario Global Times, vinculado al Partido Comunista Chino.

Desde este domingo, las autoridades de Xiaogan –a 70 kilómetros de Wuhan– han pedido a las personas que viven en ámbitos urbanos que no salgan de casa, y a los que viven en el entorno rural que eviten reunirse, visitar a sus vecinos o merodear por la calle. Además, todos los vehículos, excepto aquellos utilizados para fines especiales –como ambulancias, camiones de bomberos o vehículos de transporte de necesidades especiales–, tienen prohibido circular.

 

En caso de que no se cumplan cualquiera de estas medidas, informa el rotativo, los ciudadanos se enfrentarán a detenciones de hasta 10 días y a pagar una multa de 500 yuanes (66 euros). A quienes incumplan la normativa de gestión de tráfico se les retirará el permiso de conducir y se inmovilizará su vehículo.

Los espacios públicos también deben permanecer cerrados, excepto aquellas tiendas que hayan sido designadas, además deberán controlar el flujo de personas y medir la temperatura de los clientes.

Con una población de 4,8 millones de personas, Xiaogan se suma así a otra decena de ciudades que ya habían decretado previamente el confinamiento de su población para evitar una rápida propagación del virus.

Según informa EFE, desde este domingo otras 24 millones de personas estarán sometidas a cuarentena en la provincia en unas 200.000 comunidades rurales. La provincia de Hubei registró en el día de ayer otros 100 muertos más por Covid-19, que ha infectado ya a 58.182 personas en la provincia, según los últimos datos publicados por las autoridades chinas.