Mark Rutte supera la moción de censura, pero recibe la desaprobación del Parlamento de Países Bajos

Una moción de desaprobación presentada por los progresistas y los democristianos de Países Bajos contra el primer ministro en funciones, Mark Rutte, ha logrado la madrugada de este viernes el respaldo de una mayoría parlamentaria, mientras que la moción de censura presentada por la ultraderecha no ha conseguido apoyo suficiente. La tensión estalló cuando Rutte negó haber hablado de un diputado democristiano crítico, Pieter Omtzigt, en la fase de exploración del futuro gobierno en el país, cuando en realidad había sugerido su nombramiento como ministro.

La moción de desaprobación del comportamiento de Rutte ha logrado el respaldo de los grupos parlamentarios de los progresistas (D66), Llamada Democristiana (CDA) y Unión Cristiana, los tres socios de Rutte en la coalición saliente, además del apoyo de toda la oposición.

Frente a esta iniciativa, que no cuestiona directamente a la persona de Rutte como primer ministro en funciones sino su comportamiento, el ultraderechista Geert Wilders había presentado una moción de censura que, de recibir un respaldo mayoritario del Parlamento, habría supuesto el final de la carrera política del liberal, tanto al frente del Ejecutivo interino como a la cabeza de su propio partido VVD.

La moción de desaprobación también podría haber llevado a la dimisión de Rutte por el daño de imagen que ha sufrido durante el debate parlamentario de esta noche, pero Rutte ya ha anunciado que no piensa dimitir, que buscará restaurar “la confianza dañada” y ha subrayado que “sigue creyendo que es creíble”, tanto como para participar en las futuras negociaciones para formar una nueva coalición de gobierno en Países Bajos.

“La confianza es algo que tienes que ganar todos los días”, ha señalado Rutte, cuyo papel en las negociaciones futuras todavía no está claro, puesto que esta noche también se ha aprobado una moción que exigía el nombramiento de un “explorador” independiente y alejado de cualquier partido político para tantear el terreno y estudiar posibilidades de formar gobierno.

Rutte defendió en el debate parlamentario que "no había mentido" sino que se "acordó mal de los hechos" cuando negó que hubiera mencionado al democristiano Pieter Omtzigt, un diputado crítico con el gobierno, durante las reuniones posteriores a las elecciones del 17 de marzo, en las que se pretendía tantear el terreno para formar la futura coalición de gobierno, dejando caer que habría que darle algún cargo fuera del Parlamento.

En las anotaciones de las "exploradoras" encargadas de estudiar las posibilidades para la futura formación se indicaba que había que buscar una "función en otra parte" para Omtzigt, lo que supuso una violación de los protocolos de estas reuniones, al tratarse de una fase muy prematura en la que solo se busca entender la disposición de los líderes políticos a negociar y con qué partidos.

Omtzigt fue una de las voces más críticas con el Gobierno, también en la polémica actuación de la Agencia Tributaria, que acusó durante las últimas décadas sin fundamento a decenas de miles de familias de fraude fiscal, llevando a muchas a la ruina, un escándalo que obligó a Rutte a presentar la dimisión en bloque de todo su Ejecutivo a mediados de enero, a dos meses de las elecciones generales en las que logró volver a ganar el pasado 17 de marzo, tras una década en el poder.