Estos son los 13 estadounidenses muertos en el atentado del aeropuerto de Kabul

Este pasado jueves el Estado Islámico atentó a las puertas del aeropuerto de Kabul, produciendo más de 170 muertos. Allí y en sus alrededores, se agolpaban miles de personas que, tras la victoria de los talibanes, se desesperan para intentar salir del país en los vuelos de evacuación internacionales. Del total de fallecidos, 13 eran soldados de EEUU, según cifras de las Fuerzas Armadas. Además, otros 18 resultaron heridos. La del 25 de agosto fue la jornada más mortífera para las fuerzas estadounidenses en Afganistán desde el año 2011.

Los 13 soldados estadounidenses se encontraban trabajando en las tareas de evacuación cuando sucedieron los hechos. Procedían de distintos estados del país y su media de edad no era de más de 22 años, según ha recogido The New York Times, que ha elaborado un perfil de cada uno de ellos.

El sargento del Cuerpo de Infantería de Marina Darin T. Hoover tenía 31 años y procedía de Sant Lake City, en Utah. Su padre ha dicho en una entrevista que recoge The New York Times que "era un líder nato", también que amaba su país y que esta era la tercera vez que estaba de misión en Afganistán.

Johanny Rosario Pichardo tenía 25 años y era sargento del Cuerpo de Infantería de Marina. Venía de Lawrence, en Massachusetts. Su familia, informa The New York Times, ha pedido al alcalde de la ciudad que la joven sea reconocida "como la heroína que era". Eso mismo piensa el primer teniente de la Infantería de Marina, que ha asegurado en un comunicado que fue "crucial para evacuar a miles de mujeres y niños".

Procedente de Sacramento, en California, Nicole L. Gee, de 23 años, era sargento del Cuerpo de Infantería de Marina y es una de los 13 militares estadounidenses fallecidos en el atentado del Estado Islámico en el aeropuerto de Kabul. En una de sus últimas publicaciones en redes sociales, la joven subió una foto cogiendo a un niño que tituló "Amo mi trabajo". Uno de sus compañeros, recoge The New York Times, ha escrito en Facebook que el coche de la sargento todavía estaba aparcado en una base de Infantería de Marina en Carolina del Norte y que lo conducía de vez en cuando para asegurar "que estaría bien para cuando volviera a casa".

Hunter Lopez tenía 22 años y era cabo del Cuerpo de Infantería de Marina. Procedía de Indio, en California. En una entrevista, que cita The New York Times, su madre cuenta cómo salvó a un niño afgano estos últimos días apartándole en un lugar seguro a unos kilómetros de una zona de peligro. Ambos padres del joven trabajan en el Departamento del Sheriff del condado de Riverside.

El cabo Page, de 23 años, era procedente de Omaha. Se unió al Cuerpo tras acabar la secundaria, según ha informado su familia en un comunicado. Tenía cuatro hermanos y entre sus aficiones se encontraba el hockey, al que jugaba, o la caza, que practicaba con su padre. Era Boy Scouts y tenía "debilidad" por sus perros, según la citada nota.

Humberto A. Sanchez tenía 22 años y vivía en Logansport, Indiana. El alcalde de la ciudad ha agradecido en un discurso recogido por The New York Times su sacrificio al "ponerse en peligro" en la misión en Kabul. Por su parte, el gobernador del estado de Indiana ha prometido "honrarlo" y ha subrayado que "pocos" responden "a una llamada tan peligrosa" como hizo el cabo.

Procedente de Río Bravo, en Texas, el cabo David L. Espinoza tenía 20 años. En una entrevista en televisión, su madre ha explicado que el joven había estado destinado en Jordania dos años y que, tras ello, había partido a Kabul hacía una semana. "Estoy orgullosa de él por lo que hizo, pero como madre, ya sabes, es difícil".

El cabo Schmitz, de 20 años, vivía en Saint Louis, en Misuri, y había estado destinado en Jordania antes de irse a Afganistán, hace dos semanas. "Es algo que siempre quiso hacer", ha dicho su padre en una entrevista, en la que ha indicado que "nunca había visto a un joven entrenar tan duro como él para ser el mejor soldado que podía ser".

J. McCollum, de 20 años, procedía de Jackson, en Wyoming. Desde los tres años soñaba con entrar en el Cuerpo de Marina. Lo ha dicho su padre en una entrevista en la que ha explicado que estaba informado del estado de su hijo a través de una app. Cuando conoció la noticia de que habían muerto 13 militares estadounidenses, envió un mensaje que ya no obtuvo respuesta.

El cabo Dylan R. Merola, de 20 años, era de Rancho Cucamonga, en California. En una entrevista en televisión, que recoge The New York Times, su madre le ha definido como una persona "amable y cariñosa". Además, su abuela ha contado que R. Merola decía que quería volver a casa con su familia. Le habían trasladado a Afganistán hacía algo más de una semana.

Kareen M. Nikoui procedía de Norco, California, y tenía 20 años. En una entrevista en medios locales, su padre ha expresado que su hijo "amaba" a sus compañeros del Cuerpo y que esperaba "hacer carrera" allí. Además, ha subrayado su frustración con el Gobierno del país por "poner en peligro" a su hijo y a otros compañeros.

Maxton W. Soviak, médico de la Marina, tenía 22 años y venía de Berlin Heights, en Ohio. Se había graduado del instituto en 2017, dice The New York Times, que recoge una entrevista con su entrenador de fútbol en secundaria. Jim Hall ha descrito al médico como alguien "enérgico": "Era un niño apasionado".

El sargento Knauss, de 23 años, procedía de Corryton, Tennessee. En una entrevista en televisión, su abuelo ha informado de que estuvo en el ejército durante cinco años. También, una de sus profesoras del instituto, ha recordado cómo entonces había escrito un ensayo que decía que sus modelos a seguir eran personas que se oponen al poder para ayudar a la gente.