(Londres TV)  Lo que parece una causa doméstica puede ir más allá de una guerra comercial y es por ello que la Unión Europea le ha solicitado formalmente a Australia que deponga su actitud de llamar a dos de sus quesos con los nombres europeos por los cuales actualmente se conocen.

Así las cosas, el Ministerio de Comercio de Australia publicó este martes una lista de 408 productos que la UE quiere que estén bajo su manto protector bajo la etiqueta de Indicaciones Geográficas (IG) que forme parte de un acuerdo comercial bilateral.

Entre esos productos están los quesos: Feta, Gruyere, Manchego, Bleu d Auvergne, Canbtal, Gorgonzola, Rouquefort, Nurnberger Bartwurste y Scotch Beef. Los productores de queso australianos aún podrán producir camembert y brie, conocidos mundialmente como franceses, como las indicaciones geográficas de la UE son para "Camembert de Normandie" y "Brie de Meaux".

Simon Birmingham, ministro de Comercio de Australia, dijo que a su país no le gusta la idea de las Indicaciones Geográficas, pero este es un elemento no negociable de la Unión Europea”. Esto se asemeja bastante a la protección que le brinda la UE a Escocia para su whisky y salmón.

Ahora, se espera que haya un referéndum o consulta del gobierno australiano con los agricultores para conocer sus opiniones, lo que ayudará en la discusión en curso con la Unión Europea, dijo el ministro.

La consulta dirá por qué la protección solicitada de ciertos términos no será aceptable en algunos casos”, aseguró el ministro de comercio australiano.

En una nota pública, el ministro señaló que “"hay enormes oportunidades para los agricultores y las empresas australianas si podemos mejorar su acceso a los mercados de toda la UE, ya que cuenta con más de 500 millones de consumidores. En última instancia, solo haremos este acuerdo si, en general, a Australia le interesa hacerlo".

¿Qué son las IG?

Las IG certifican que un producto se ha fabricado en un lugar de origen específico de acuerdo con ciertos requisitos de calidad. Esta muestra de calidad, que puede tardar hasta cuatro años en adquirirse en la UE, permite a los productores comercializar su producto como premium y protegerlos de otros fabricantes que usan el nombre pero no cumplen con los requisitos necesarios. Los ejemplos más famosos incluyen jamón de Parma, queso feta y champán. En los pasillos de los supermercados europeos, no es raro ver Feta junto a "queso de ensalada" de aspecto idéntico y botellas de champán en el mismo estante que "vino espumoso" de otros estados miembros.

(Martes 12 de agosto de 2019)