Londres TV. Como una nueva amenaza califica Rusia las pruebas de misiles realizadas por Estados Unidos, en boca de su presidente, Vladimir Putin, al tiempo que aseguró que tomará las medidas correspondientes contra el ensayo de los misiles, tras el fin del tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés).  

Estados Unidos realizó esta semana unas pruebas con misiles de crucero medio en la Isla de San Nicolás, en California, y ante ello se encendió el alerta en Rusia. Al respecto Putin dijo sentirse decepcionado.

Rusia señaló en palabras de su máximo líder, que el lanzamiento del misil de largo alcance tipo Navy  Tomahawk (de entre 500 y 5.000 kilómetros)  “significa que están apareciendo nuevas amenazas a las que debemos reaccionar de manera similar”, ha dicho Putin en una rueda de prensa conjunta con su homólogo finlandés, Sauli Niinistö.

Según Putin lo que Estados Unidos ha hecho y seguramente continuará haciendo “es una amenaza contra la seguridad mundial” y “es contrario a las normas del INF”.

Detallando la materia, el presidente ruso ha dicho que “el reciente misil lanzado por EE.UU. puede ser disparado desde dispositivos ya existentes en Rumanía y otros que van a ser desplegados en Polonia”, también ha explicado que “basta con modificar el software que llevan esos dispositivos de lanzamiento ubicados en el este de Europa, para hacerlos compatibles con los nuevos misiles fabricados por Washington”.

El pasado 2 de agosto, Estados Unidos decidió retirarse del pacto nuclear, a consecuencia de una suerte de guerra de palabras que duró meses entre Moscú y Washington.

El tratado fue firmado en 1987 por el entonces líder soviético Mijail Gorbachov y el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, reduciendo las posibilidades de una guerra nuclear en Europa.

A tenor del tratado, ambas partes tenían prohibido poseer y probar misiles de lanzamiento terrestre con un alcance de entre 300 y 3.100 millas (entre 500 y 5500 kilómetros).

(Miércoles 22 de agosto de 2019)