Nadie puede echarte de la Unión Europea. Pero tú si puedes irte, como ha hecho el Reino Unido, o los demás pueden presionarte hasta que te quieras marchar, que es lo que ha defendido el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, sobre la Hungría de Viktor Orbán tras la aprobación de una legislación homófoba. Una legislación homófoba que ha llegado a todos los rincones de Europa después de la polémica de la UEFA por prohibir la iluminación del estadio de Múnich con la bandera arocíris en el partido Alemania-Hungría de la Eurocopa.