Ha sido una de las negociaciones más complicadas del sprint final de la legislatura. La UE llegó a un acuerdo para la ley rider europea en diciembre que se tuvo que reabrir en dos ocasiones por la negativa de algunos países, entre ellos Francia y Alemania, a impulsar una ambiciosa legislación que constreñía sustancialmente a las plataformas como Uber, Glovo o Deliveroo. Finalmente, Grecia y Estonia desbloquearon el texto que deja la legislación en una norma ‘a la carta’ en los 27 y el Parlamento Europeo, que a priori había tenido una posición mucho más ambiciosa, le ha dado el visto bueno con una amplia mayoría (554 votos a favor, 56 en contra y 24 abstenciones).