En enero de 2020 el mundo artístico francés sufrió un terremoto. La escritora Vanessa Springora publicaba un libro en el que desvelaba los abusos que sufrió por parte del escritor Gabriel Matzneff, eminencia literaria francesa y ganador de los más prestigiosos premios por su trabajo. El consentimiento contaba lo que muchos sabían y nadie quiso denunciar. Matzneff había escrito obras declarándose pedófilo y jactándose de practicar turismo sexual con menores.