Alfredo Batista Cunha delinea el mapa con los dedos para mostrar la tierra reclamada en un juicio por la comunidad del quilombo de Gurupá, en la Isla de Marajó, situada en la costa atlántica de Brasil. Se conoce como quilombo a las poblaciones de América Latina herederas de los antiguos esclavos negros. Se trata de un territorio de más de 10.000 hectáreas disputado entre los quilombolas y los granjeros blancos.
A pesar de que los quilombolas ya han conquistado la titularidad de la propiedad en los tribunales, todavía falta desalojar a los hacendados del territorio. La lentitud del proceso agrario ha aumentado las tensiones en ese conflicto que involucra la disputa por el fruto de la palmera açaí, conocido como el "oro púrpura" de la región de Pará.