Las protestas en Líbano ante la creciente crisis económica que atraviesa el país ha provocado disturbios en las calles de la capital, que ahora se están propagando por otras ciudades libanesas. Este martes, los manifestantes prendieron fuego a varias sucursales bancarias en protesta por la depreciación de la libra libanesa y la corrupción en el país.
En la madrugada del lunes, según informa The Guardian, un manifestante murió después de que el ejército abriera fuego contra un grupo de personas que se había saltado el confinamiento, lo que ha provocado una mayor respuesta por parte de la población civil.
Aunque el primer ministro, Hasan Diab, ha respaldado las protestas, ha advertido a los manifestantes de que no sigan "jugando con fuego", en referencia a los enfrentamientos que ha habido estos días de atrás con el ejército, y que provocaron la muerte este lunes de un joven en la ciudad de Trípoli.