Desde el inicio de su presidencia, o incluso ya desde la campaña electoral, Donald Trump ha dejado claro que el acuerdo nuclear con Irán no encaja con su estrategia en política exterior y que llevaría a Estados Unidos a retirarse del mismo.
Considerado uno de los mayores hitos internacionales de su predecesor Barack Obama, el acuerdo firmado entre EEUU, Rusia, China, Francia, Reino Unido, Alemania e Irán ponía control y transparencia al desarrollo del programa de enriquecimiento de uranio de Teherán a cambio de levantar las sanciones económicas y comerciales que ahogaban al gigante persa.
Con la retirada de Estados Unidos del acuerdo ya se produjo un recrudecimiento de la tensión.