Mucho se ha hablado estos meses sobre el coronavirus y sus consecuencias en el amor. Algunas parejas han pasado meses sin verse, otras han sufrido las consecuencias de estar confinadas los siete días de la semana. Italia estuvo sumergida en un debate sobre el término congiunti, con el que el Gobierno quiso deliminar el "afecto estable". En Holanda, las autoridades incluso recomendaron que las personas solteras buscaran un compañero sexual para la cuarentena.
El coronavirus también ha afectado a la formalización de las relaciones sentimentales, con la cancelación o el aplazamiento de miles de bodas. Ahora, con la desescalada de medidas en gran parte del mundo, los enlaces vuelven a celebrarse dentro de la "nueva normalidad", que obliga a buscar formas más creativas de disfrutar una fecha memorable.
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