Back to Top

‘La virgen de la Tosquera’, la adaptación de Mariana Enríquez en Sundance que se rodó gracias a coproducir con España: “Nos salvaron”

Una de ellas, Los peligros de fumar en la cama, contenía dos relatos, El carrito y La virgen de la Tosquera, que encendieron la imaginación de la cineasta argentina Laura Casabé, experta en cine de género, que se vio identificada con el universo propio de Enríquez, que a través de relatos que coquetean con el terror radiografía su propio país.

Para Casabé, ambos relatos podían unirse para hablar de la crisis en Argentina en 2001, época en la que la cineasta tenía la misma edad que la protagonista. Con ellos podía hablar de la adolescencia como época mutante y violenta, a la vez que hablar de su país, de los vaivenes políticos y del creciente miedo al otro, temas que además unen aquel 2001 con el presente argentino con Milei al frente. Es lo que ha hecho con La virgen de la Tosquera, la versión cinematográfica de ambas historias que se ha presentado en el Festival de Sundance.

La llegada del presidente puso en peligro, de hecho, el rodaje del filme. Empezaron a rodar con la transición entre gobiernos, y “en ese momento había una inflación del 25%”. “La película se desfinanció completamente. Fue una gran fortuna poder tener muy buenos productores de España y de México que asumieron la película como suya, más allá de que inicialmente arrancó siendo una coproducción minoritaria, porque acá el presupuesto se depreció literalmente, tuvimos que moverla de filmar en Buenos Aires a Mendoza, porque el INCAA también estaba haciendo una transición muy grande, digamos que se cerró realmente”, cuenta la cineasta por videollamada y dejando claro la importancia de los socios mexicanos y españoles (la productora Mr. Miyagi y Filmax que se encarga de las ventas internacionales): “No lo digo por tirar flores, lo digo porque de verdad nos salvaron”.

Gracias a esa unión el filme se rodó y ha podido presentarse con éxito en el Festival de Sundance, cita imprescindible del cine independiente, donde Casabé pudo mostrar su visión de aquellos relatos que la arrebataron. Recuerda lo que sintió al descubrir a Enríquez. “Me sentí absolutamente representada por la literatura de Mariana. Más allá de que a mí me gustara el género y el terror, que es cierto, haber encontrado a Mariana fue un antes y un después literal, porque me cambió la vida realmente”, opina.

Es muy significativo que la película esté en Sundance, que es como la meca del cine independiente, cuando en Argentina se está atacando a la diversidad de voces

Laura Casabé — Cineasta

Cuando leyó el libro de relatos marcó La virgen de la Tosquera. Cree que, de alguna forma, su yo del pasado dejó un mensaje en forma de página marcada, porque cuando pensó en adaptar a Enríquez llegó inmediatamente a esa historia. “Esas adolescentes, esas chicas, esa manera de entender la adolescencia, esos escenarios eran un poco como si le hablaran también a mi propia adolescencia y me sentí muy representada por esas mujeres”, añade.

Enríquez hablaba realmente de la crisis del 89, no de la del 2001, y ahí Enríquez vio que hay algo que atraviesa a toda la sociedad argentina, como una historia que se repite y que les hace “casi vivir en un contexto de crisis social, y eso provoca una violencia muy contundente”. Es esa violencia la que respiran los relatos de la escritora, pero también la que late en su adaptación, que acaba con un estallido de violencia y venganza.

Para ella, en el momento actual de Argentina, donde además Milei ha comenzado una campaña de acoso y derribo contra el cine, “es muy significativo que la película esté en Sundance, que es como la meca del cine independiente, cuando en Argentina se está atacando muy puntualmente al cine independiente, a la diversidad de voces y a un cine que no responde a las necesidades del mercado”. Por eso asegura que intenta “ser positiva” y piensa en que la unión de los cineastas y el empujón de otras zonas como Mendoza, van a servir para “resistir con inteligencia”.

Más coproducción española

La virgen de la Tosquera no es la única película que cuenta con coproducción española. Una de las propuestas más surrealistas de esta edición, By design, tiene en sus créditos a la joven Mireia Vilanova, productora que estudió Comunicación Audiovisual en la Pompeu Fabra de Barcelona y que gracias a una beca de la Fundación La Caixa se fue a estudiar producción de cine a Los Ángeles.

Su firma aparece en los créditos de un filme que tiene la propuesta más surrealista de la edición, y que incluso guiña al recién fallecido David Lynch con su puesta en escena surrealista plagada de tonos rojos. El filme de Amanda Kramer cuenta la historia de una mujer adinerada, Juliette Lewis, que se queda prendada de una silla de diseño hasta tal punto que desea ser esa silla. Lo que no contaba es que se convertirá en ella de forma literal. Kramer da la vuelta al mítico subgénero de cambio de cuerpos (véase Ponte en mi lugar) y cambia a una humana por un mueble. Una sátira filosófica sobre el consumismo y cómo la mujer es ignorada en la sociedad que cuenta con la voz como narradora de Melanie Griffith y con la arriesgada interpretación de Juliette Lewis como protagonista. 

Juliette Lewis es la protagonista de 'By design' Juliette Lewis es la protagonista de 'By design'

Vilanova entró en el proceso del filme como coproductora para encargarse de “supervisar el proceso de producción”. Entró antes de que se rodara, pero su función ha estado más en las fases posteriores al rodaje. Recuerda cómo se sorprendió al leer el guion, pero también que la cineasta había introducido imágenes para conectar. “Cuando una película es tan loca, eso ayuda muchísimo”, apunta y hace referencia al cine europeo de los años 80 y a Peter Greenaway como referencias.

El sueño de Vilanova siempre había sido presentar una película en Sundance, especialmente desde que se fue a vivir a EEUU. Ya el año pasado participó en su laboratorio de productores, y en esta ocasión ha presentado su filme más ambicioso… de momento. Ahora trabaja en un filme de animación español, A veces silencio, de Álvaro Robles, que estuvo nominado al Mejor corto animado en 2022 y para el que ya ha estado en las residencias de la Academia o en el mercado de coproducción de Berlinale, donde ganaron el Talent Highlight Award, “que fue la primera vez que se lo dieron a un proyecto de animación”.

Aunque no fue a “EEUU para hacer Transformers” prefiere no descartarlo del todo. “El dinero no estaría mal, al final uno saca de cada proyecto lo que puede, pero a mí realmente me gusta mucho el cine independiente, y creo que a nivel creativo y por los proyectos que tengo, las historias que más me gustan son las que no te han contado antes, las que no has visto antes en pantalla o te las cuentan de forma diferente. Estoy harta de la misma historia de coming of age, del mismo drama costumbrista o de las precuelas, el remake y el spin off. Me gusta apostar por la originalidad”.

Cron Job Starts