Los efectos de la crisis sanitaria y de las medidas adoptadas para afrontarla han deteriorado la evolución del déficit público, que se ha más que duplicado en el primer trimestre del año, una situación que se agudizará en los próximos meses, según reconoce el Ministerio de Hacienda.

Hacienda ha publicado este viernes los datos de ejecución presupuestaria de las Administraciones Públicas de los tres primeros meses del año -salvo las corporaciones locales, cuyos datos aún no se conocen-, que arrojan un déficit de 8.674 millones de euros, más del doble que en el primer trimestre de 2019 (3.693 millones) y equivalente al 0,78 % del PIB.

En este trimestre -que solo recoge medio mes de estado de alarma- el gasto público aumentó un 6 % debido a medidas como la prestación para autónomos o el consumo sanitario, por encima del avance del 1,5 % anotado por los ingresos, que ya se veían lastrados por la caída de la actividad y el consumo.

Por subsectores, el déficit del Estado en estos tres meses fue del 0,58 % del producto interior bruto (PIB); el de las comunidades autónomas, del 0,15 % del PIB, y el de la Seguridad Social, del 0,04 % del PIB.

Hacienda también ha avanzado la ejecución presupuestaria del Estado hasta abril, donde recoge un periodo más amplio del estado de alarma y el impacto completo de la hibernación de la actividad económica no esencial entre el 30 de abril y el 9 de abril.

En esos cuatro meses, el déficit del Estado se situó en 19.929 millones de euros, más del doble que en el primer cuatrimestre de 2019 (7.683 millones) y equivalente al 1,78 % del PIB.

Este deterioro de las cuentas públicas, que se enmarca en la crisis sanitaria, se produce como resultado de un aumento del gasto público del 11,8 % y una caída de los ingresos del 6,7 %.

Además de la pandemia, también afectan otros factores, como la reversión al Estado de las autopistas de peaje AP-7 y AP-4, con impacto contable en todo el ejercicio, o la actualización de las entregas a cuenta y el anticipo de la mitad de liquidación de 2018 a las comunidades autónomas.

Los ingresos impositivos del Estado se redujeron en un 11 % entre enero y abril en comparación con 2019, aunque la mayor parte del impacto se concentró en abril, cuando se desplomaron un 29,2 %, explica Hacienda.

En esos cuatro meses, la recaudación por el impuesto sobre el valor añadido (IVA) bajó un 9,6 %, con un descenso de casi el 25 % en términos brutos en abril; la de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), un 26,5 %, en parte por el efecto de las mayores entregas a cuenta a las regiones, y el impuesto de sociedades, un 9,1 %.

Por lo que respecta al aumento del gasto -del 11,8 % en el cuatrimestre y el 48,7 % solo en abril- viene influido por el aumento de las transferencias corrientes a otras Administraciones Públicas, principalmente del sistema de financiación autonómico, así como otras partidas para hacer frente al coronavirus.

Además, los 891 millones destinados al programa de prestaciones sanitarias y de farmacia para afrontar la epidemia dispararon el gasto en consumos intermedios un 35,4 % en este periodo.

La remuneración de los asalariados aumentó un 1,3 % debido a la subida salarial y a la equiparación salarial de la Policía y la Guardia Civil con los cuerpos autonómicos.