Un experto en seguridad vial ha achacado el accidente que sufrió el pasado martes un tren Alvia en La Hiniesta (Zamora) a la deficiente contención del puente por el que cayó a la vía un vehículo todoterreno con el que chocó y descarriló.

El accidente, en el que falleció el conductor del vehículo y uno de los dos maquinistas, provocó heridas graves al otro y leves a seis de los 164 pasajeros del tren Ferrol-Madrid, se podía haber evitado con una contención adecuada, ha señalado a EFE el presidente de la Asociación Española de Seguridad Vial, Javier García Delgado.

Este experto, que desde hace doce años realiza auditorias de seguridad vial, ha declarado que una barrera de alta contención en el paso de la carretera sobre la vía del tren, que cuesta entre 6.000 y 8.000 euros, habría evitado que el vehículo cayera a la infraestructura ferroviaria.

García Delgado, que visitó el lugar del accidente el mismo día en que se produjo, ha realizado de forma personal una reconstrucción del siniestro ocurrido en el kilómetro 8 de la carretera ZA-P-1405, que provocó que el vehículo se precipitara a la vía y fuera después arrollado por el tren.

Este auditor vial ha indicado que el vehículo todoterreno se salió primero por el lado derecho, chocó con la bionda, giró después al lado contrario, chocó con la bionda izquierda, saltó la valla de protección y cayó a la vía.

García Delgado ha precisado además que no existían huellas de frenado, lo que podría indicar que el conductor del todoterreno, un hombre de 89 años, se pudo haber despistado, haber sufrido un desvanecimiento, haberse quedado dormido o haberse asustado y por eso no llegó a reaccionar.

Este experto ha concluido que el vehículo no iba a velocidad excesiva y que la contención del paso elevado de la carretera sobre la vía no era suficiente para sostener el peso del todoterreno en un choque a no mucha velocidad como el que se produjo.

El presidente de la Asociación Española de Seguridad Vial ha aprovechado además para reclamar que en España se efectúen más auditorías de carreteras y las lleven a cabo expertos en la materia, ya que ello salvaría muchas vidas.

Ha comparado el drama de los accidentes de carretera con el de la pandemia de coronavirus y ha recordado que en todo el mundo el año pasado fallecieron 1,35 millones de personas en accidentes de tráfico y apenas se destinan recursos a mejorar la seguridad vial mientras que la COVID-19 se ha cobrado hasta el momento casi 400.000 vidas y ha movilizado numerosos medios.