Cartas exigiendo una "inmediata mejoría" en la asistencia al trabajo a riesgo de tener represalias, llamadas y reuniones de control en Dublín. Es la estrategia que la aerolínea irlandesa Ryanair impone a sus empleados cuando detecta un número de ausencias que no considera "tolerable", aunque estén justificadas por motivos médicos. eldiario.es ha tenido acceso a varias misivas, en las que se habían producido 4 y 5 periodos de ausencia en los últimos doce meses. La compañía admite estas cartas como parte de su control del "posible absentismo".
Desde los sindicatos USO, Sitcpla, de tripulantes de cabina, y Sepla, de pilotos, explican a este medio que el protocolo de la compañía consiste en enviar las cartas a los trabajadores con la advertencia de que tienen que ausentarse menos.
En el caso de los pilotos, del que informó El Economista, son también frecuentes "las llamadas para pedir explicaciones, que por qué faltas tanto, que con los días libres que tenemos cómo tienes tantas ausencias, que hay que evitar ponerse enfermo... Como si uno pudiera decidir cuándo enferma", critican en Sepla.
Cartas amenazantes para reducir las faltasDos recientes cartas a personal de tripulación de Ryanair consultadas por eldiario.es, una emitida directamente por la aerolínea de bajo coste y otra por su empresa de colocación Workforce, advierten a los destinatarios de que han faltado en 5 ocasiones diferentes en los últimos doce meses. Otra carta, en este caso a una persona de la plantilla de pilotos, incide en lo mismo. "A los pilotos nos las envían a partir de las cuatro ausencias en los últimos doce meses", explican desde la sección sindical de Sepla.
Las misivas siguen un modelo de redacción más o menos fijo. Recogen que aunque la aerolínea entiende que pueden producirse faltas al trabajo "de vez en cuando" y que a veces es una situación "inevitable", "la ausencia excesiva interrumpe a nuestros clientes y genera una presión injusta sobre sus colegas que deben cubrir sus deberes, en la mayoría de los casos con poca anticipación".
Por ello, se pide un cambio de actitud al trabajador. "Continuaré monitoreando sus ausencias y esperaré ver una mejora inmediata y significativa en su asistencia al trabajo, de lo contrario, podría ser necesaria una acción disciplinaria", recogen casi de manera idéntica las tres cartas consultadas.
Los representantes de los trabajadores denuncian la "enorme presión" que este tipo de medidas ejercen sobre las plantillas, que provoca que "la gente se asuste y vuele enferma", alertan en Sitcpla.
Desde el sindicato de pilotos Sepla alertan del riesgo de estas coacciones, no solo para la salud de los trabajadores, sino "para la seguridad": "Los pilotos tenemos que estar siempre al 100%, pero imaginemos una situación además excepcional, como una avería: no es lo mismo la cabeza y la capacidad de reacción de una persona sana que alguien que está con un catarro, por ejemplo".
eldiario.es ha consultado a la aerolínea irlandesa por estas cartas y fuentes de la aerolínea se limitan a afirman que "Ryanair trabaja con un sistema estándar de bajas pagadas por enfermedad y, al igual que hacen todas las compañías, gestiona el posible absentismo".
Incluso amenaza de despidoEn una cuarta misiva consultada, enviada tras una reunión de control en Dublín a la persona afectada (siempre por faltas justificadas por motivos médicos), el tono amenazante aumenta. Desde Recursos Humanos indican que las ausencias son "excesivas e insostenibles" en el largo plazo y le comunican a la persona trabajadora que su asistencia cae por debajo "del nivel que esperamos de nuestros empleados".
En este caso, ya no solo se exige la "inmediata" asistencia continuada al trabajo, sino que se advierte del seguimiento que llevará a cabo la compañía y de que, en caso de no mejorar, "puede conducir a medidas disciplinarias adicionales, que pueden incluir el despido".
El profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad de Valencia Adrián Tolodí recuerda que "los tribunales han declarado nulos despidos cuando la empresa había amenazado con despedir al trabajador si no cogía el alta".
"Hay gente que no aguanta esta presión y acaban dejando la compañía... Parece mentira, pero la realidad es que la gente se piensa dos veces coger una baja", lamentan en Sepla.