Solo un 39% de los votantes conserva una imagen favorable del empresario, que ha caído en picado desde que comenzó sus políticas de recortes contra la administración
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Impulsó el desarrollo del primer fabricante de coches eléctricos a escala mundial. Ha revitalizado la exploración espacial aplicando lógicas del negocio digital en una industria anquilosada. Financia la investigación de una interfaz para controlar dispositivos electrónicos con la mente que ya permite que personas con tetraplejia jueguen a videojuegos.
Desde que Musk empezó a aplicar recortes masivos como líder de la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) creada a su medida por Donald Trump, su popularidad entre la población estadounidense se ha desplomado. Según los datos más recientes de Silver Bulletin, el porcentaje de votantes que tienen una imagen favorable del empresario ha caído hasta el 39%, un desplome de más de 20 puntos respecto a abril de 2024. “Elon Musk fue en su momento bastante popular. Pero sus cifras se han invertido a medida que aumenta su apoyo al presidente Trump, especialmente desde que se convirtió en 'empleado especial del gobierno' y director de facto de DOGE”, cita la publicación, dirigida por el reputado estadista Nate Silver.
Silver Bulletin hace una media de las múltiples encuestas de popularidad que se publican en EEUU. El análisis lleva, no obstante, poca cocina, ya que todos los estudios muestran esta tendencia. Desde TIPP Insights hasta Echelon Insights, Harvard/HarrisX y la Escuela de Derecho de Marquette, todas coinciden en mostrar cifras negativas para el empresario. En particular, una encuesta de Marquette University reveló que hasta 60% de los estadounidenses tiene una opinión desfavorable de Musk, resultando en un -22% de favorabilidad neta.
El empresario acumula críticas desde su gesto del saludo nazi durante la celebración de la victoria de Trump. A ello suma las protestas de los funcionarios estadounidenses despedidos por la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), que los medios estadounidenses estiman en unos 20.000. Algunas agencias, como el Departamento de Educación, recortaron hasta el 50% de su plantilla. Musk ha promovido una política agresiva de reducción de personal para “eliminar burocracia”, lo cual generó un efecto dominó en muchas otras áreas.
Unas críticas a las que el empresario contestó haciendo suya la imagen de la motosierra del presidente argentino Javier Milei, que este le regaló en una visita al país en febrero. Musk la denominó “la motosierra de la burocracia”. Un encuentro que se produjo justo después del escándalo financiero que protagonizó Milei, que está siendo investigado por la justicia por haber promocionado una criptomoneda que a las pocas horas desapareció, volatilizando hasta 4.500 millones de dólares de los inversores y dejando pingües beneficios para sus creadores.

La situación ha derivado en manifestaciones frente a instalaciones de Tesla, que también están sufriendo ataques violentos desde hace meses. Varios grupos activistas también están utilizando las redes sociales para viralizar acciones de protesta contra el empresario. Las cifras de ventas de Tesla también han caído un 13% desde que comenzó este 2025, momento que coincide con la entrada de Musk en el Gobierno de EEUU y sus medidas al frente de DOGE.
Just when you think you couldn't hate Elon Musk more you find this out...[image or embed]
— Everyone Hates Elon (@everyonehateselon.bsky.social) 14 de abril de 2025, 19:26Trump intentó ayudar a frenar esta tendencia a principios de marzo. En un acto frente a la Casa Blanca, el presidente aseguró que se había comprado un Tesla porque “es un gran producto. Tan bueno como podría ser”, a la vez que censuraba los ataques contra Musk: “No se le puede penalizar por ser patriota”. Cuando los ataques a Tesla continuaron, el mandatario avisó que había dado orden a la fiscal general de perseguirlos como delitos de “terrorismo doméstico”.
Sin embargo, la Casa Blanca también ha comenzado un movimiento para alejarse de la desgastada imagen de Musk. Fuentes oficiales filtraron a múltiples medios estadounidenses que el magnate dará un paso al lado en las próximas semanas. Aunque Musk lo tildó de desinformación, el propio presidente de EEUU, JD Vance, se expresó en los mismos términos al señalar que Musk seguirá siendo un “amigo y consejero” de Trump cuando deje su puesto.
La alianza no está siendo provechosa para ninguna de las dos partes en términos de imagen, según reflejan las encuestas analizadas por Silver Bulletin. En el caso de Trump, su caída en popularidad no es tan acusada como la de Musk, pero sigue la misma tendencia.
“Solo estoy aquí intentando que el gobierno sea más eficiente. Eliminar el despilfarro y el fraude. Hasta ahora, estamos haciendo buenos progresos. Así que nuestros ahorros en este momento superan los 4 mil millones de dólares al día. Es bastante significativo”, afirmó Musk en una entrevista con Larry Kudlow, ex asesor económico de Trump, emitida en Fox.
El empresario explicó que su equipo lo forma “gente de software de seguridad de la información y finanzas. Básicamente finanzas y tecnología. Y, francamente, no puedo creer que esté aquí haciendo esto”, expresó, refiriéndose a los agujeros que asegura que está encontrando en las hojas de gastos. “Tenemos un enorme déficit presupuestario federal de dos billones de dólares. Y sigue creciendo. Nuestros pagos de intereses superan el presupuesto del Departamento de Defensa”.
“Creo que la verdadera señal de alerta para mí fue ver que los pagos de intereses de la deuda nacional excedían el presupuesto del Departamento de Defensa. Y que solo estaban aumentando con el tiempo. Lo que significaba que si no hacíamos algo al respecto, no habría dinero para nada. Solo estaríamos pagando la deuda”, insistía durante la entrevista: “No quiero que Estados Unidos se declare en quiebra”.