La conocida como Ley Wert suprimió la Ética de 4º de ESO y la Historia de la Filosofía de 2º de Bachillerato. Ahora resulta que el pasado 20 de octubre la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados votó a favor de no cumplir el acuerdo que había adoptado la legislatura anterior. 

A pesar de todo, siempre nos quedarán los libros. Por eso, en el Día mundial de la filosofía, rescatamos algunos títulos especialmente pensados para aprender filosofía a cualquier edad. Una selección de obras para quien siempre tuvo curiosidad pero nunca se atrevió, pero también para quien considere que a la ausencia de filosofía en las aulas se puede responder con lecturas en casa.  

Es uno de los ejemplos más célebres del filósofo de Königsberg: Immanuel Kant solía contar que había soñado que tenía cien monedas en el bolsillo, pero que al despertar no estaban ni en su bolsillo ni en ninguna parte. Con la anécdota quería ilustrar la imposibilidad de conocer a priori la existencia de las cosas. 

Los cien táleros de Kant utiliza este y muchos otros ejemplos que un buen puñado de pensadores y pensadoras han utilizado para convencer de sus ideas. De Zenón a Chomsky, Pietro Emanuele repasa parábolas e imágenes que introducen al lector en multitud de conceptos básicos de la filosofía, amén de rescatar algunos ejemplos casi desconocidos para satisfacer la curiosidad del ya iniciado. Traduce Carmen Artal Rodríguez.

Gran historia visual de la filosofía arranca con los filósofos de la antigüedad clásica, como Tales de Mileto o Heráclito, y llega hasta la edad contemporánea con Simone de Beauvoir o Ferdinand de Saussure. Y en su recorrido aborda con sencillos gráficos los conceptos y personajes clave del pensamiento occidental.

Se nos plantea como un "diccionario" filosófico que lejos de pretender ser un libro sesudo, puede servir perfectamente de pequeño glosario y de puerta de entrada al conocimiento de ciertos autores. Por eso, es válido tanto para novatos como para expertos que busquen refrescar la memoria de alguna idea con un solo vistazo a sus magníficos y claros gráficos. Traduce Ernest Weikert. Aquí te descubrimos algunos de los mejores gráficos.

"Los niños pueden practicar filosofía y, si añaden esta competencia en su vida, podrán participar de su condición de ciudadanos, desde su propia mirada, para construir un mundo mejor, más crítico, más creativo, más humano", escribe Jordi Nomen en las primeras páginas de su libro El niño filósofo. 

Lo cierto es que este texto resulta una excelente herramienta para el acercamiento a la filosofía como práctica cotidiana. Un ensayo con un doble objetivo: invita a considerar los beneficios de la educación filosófica pero también plantea preguntas acompañadas de ejercicios prácticos para que familias y educadores puedan abordarlas con desde la crítica, el diálogo, el juego y la creatividad. 

Corey Mohler publica desde hace años una tira semanal de su popular Existential Comics, una exploración llena de humor y mala baba de la obra de más de cien filósofos, de los presocráticos hasta pensadores y pensadoras contemporáneos.

La Editorial Striner seleccionó los mejores y decidió reunirlos en un solo volumen a todo color de más de trescientas páginas de hilarantes escenas, perfectas para quienes se tomen los dilemas del vivir con humor. Traducción, rotulación y edición de Adriano Fortarezza.

Y hablando de humor: ¿Quién dijo que no se podía aprender filosofía contando chistes? Es lo que se planteó el ahora profesor de filosofía Pedro González, que también fue barrendero y documentalista. 

En Filosofía para bufones, González aborda la obra de grandes pensadores con anécdotas realmente divertidas que, a su vez, ahondan en los principios concretos de las distintas corrientes reseñadas. Un libro en el que, entre otras muchas cosas, descubrimos que cuando Diógenes fue apresado y puesto a la venta como esclavo, le preguntaron qué sabía hacer. Este, con total tranquilidad, respondió: “Sé mandar. Mira a ver si alguien quiere comprar un amo”.

Sus autores, Myriam Rodríguez y Javier Correa, definen este libro como “filosofía de jóvenes para jóvenes”. Plantea preguntas trascendentales para, en este caso sí, tratar de darles respuesta. ¿Siempre es malo mentir? ¿Por qué no podemos elegir a quién amamos? ¿Tiene límites la libertad de expresión?

Está dividido en tres partes. La primera es un recorrido por la historia de la filosofía occidental y sus autores, la segunda saca a debate algunos de los temas que más preocupan a los jóvenes, una especie de filosofía aplicada a su etapa, y la tercera, una propuesta de varias preguntas con muchas páginas en blanco disponibles para responderlas. Este libro, de la editorial Autografía, quiere romper con la idea de lector pasivo e incorporar herramientas para que construya su propio texto.

Ana Comneno, Hildegarda de Bingen, Sor Juana Inés de la Cruz, Christine de Pizan, Anne Finch: son muchas las filósofas que no figuran en la mayoría de textos del canon occidental y masculino de la historia de la filosofía. 

A estudiarlas y reivindicarlas ha dedicado gran parte de su obra la filósofa e investigadora argentina María Luisa Femenías. Algunas las ha reunido en el libro Ellas lo pensaron antes, una aproximación rigurosa pero accesible que recupera del olvido la vida y la obra de 22 filósofas desde la Antigüedad clásica hasta hoy.

"Al principio teníamos todas las respuestas a las preguntas de la vida. O, más bien, teníamos una que servía para todo: es cosa de Dios. Lo malo es que en realidad no nos decía nada útil", arranca Filosofía en viñetas. 

Michael F. Patton, catedrático y director de filosofía en la Universidad de Montevallo (Alabama), es el guionista de esta excepcional clase de filosofía a través de ejemplos y metáforas, dibujada por el ganador de dos premios Eisner Kevin Cannon. "Me parece devastador que el requisito de estudiar filosofía en España ya no esté vigente", confesaba el mismo Patton a elDiario.es hablando de la Ley Wert.

Si opúsculos como ¡Indignaos! de Stéphane Hessel pudieron inspirar a toda una generación de jóvenes comprometidos e implicados políticamente, Nueva ilustración radical podría hacer eso y mucho más con los jóvenes filósofos y filósofas de nuestro país. 

En apenas 80 páginas, Marina Garcés plantea las preguntas clave a las que se enfrenta una generación atemorizada por la falta de futuro y, por eso mismo, también una generación con poco que perder. Un libro absolutamente accesible que llama a la construcción radical de una ilustración cultural y moderna, que permita hacer frente al fanatismo y el auge del autoritarismo moderno.

Los libros de filosofía para los más pequeños no suelen hablar de Descartes, Platón o el Mito de la caverna, si no que están dirigidos a introducir en ellos el gusanillo de la curiosidad. “Jugar a pensar” es una guía educativa elaborada por Irene de Puig y Angélica Sátiro, editada por Octaedro, que tiene como objetivo reforzar la capacidad de reflexionar de los niños y niñas. Les invita a hacer preguntas, a cuestionar el mundo que les rodea. 

Este pequeño manual propone una serie de prácticas y actividades que pueden a ser aprovechadas tanto por los padres como por el profesorado. Trata de situar a los niños como “individuos pensantes” y fomentar el desarrollo de un imaginario propio. Está diseñado expresamente para la etapa de 4 a 5 años y forma parte de un proyecto que consta de dos volúmenes: “Jugar a pensar” y “Jugar a pensar con cuentos”, una recopilación de seis cuentos tradicionales que sirven de apoyo para fomentar la comprensión, el análisis y la solución de problemas.

Este libro es un juego de preguntas. Nace de las conversaciones que el autor, Antonio Martínez Ron, tenía antes de dormir con su hija, una niña muy curiosa que se cuestiona continuamente el mundo que le rodea. ¿Cómo funciona el sol? ¿Qué comen los árboles? ¿Por qué cuesta tanto llegar a la luna?

La finalidad de “Papá, ¿dónde se enchufa el sol?” no es la de responder a preguntas tan complejas, si no instaurar la buena costumbre de preguntarse cosas y, a partir de los interrogantes que se recogen en sus páginas, dar lugar a otros nuevos en otros hogares. Está pensado para niños de entre 5 y 8 años, pero cualquier persona curiosa puede encontrar un espacio de disfrute en este libro, ilustrado por el diseñador gráfico Kim Amate y editado por Crítica.