Nos esforzamos por formar a nuevos públicos y superar la idea del género como algo añejo y aburrido". 

El origen de la palabra 'zarzuela' se suele identificar con las zarzas que había en el pabellón de caza del Palacio de la Zarzuela en el siglo XVII. Felipe IV, aficionado al teatro y a la música, contrataba por entonces compañías de teatro para amenizar las fiestas cortesanas. Ahí arrancó el género lírico español por excelencia. "Proyecto Zarza también se llama así como símbolo de lo que nace, en este caso esperamos que sea un nuevo interés de los jóvenes por su propia cultura", explica a elDiario.es Bianco. "Queríamos que estas zarzuelas fueran hechas por jóvenes y para jóvenes, que se vieran representados y que lo que se contara en el escenario les emocionara. Jóvenes que se sienten muy lejos de los viejos textos y de las melodías clásicas, pero que conectan con el tema universal como es el amor”.

El Teatro de la Zarzuela, con 165 años de teatro lírico a sus espaldas, abre así las puertas al poliamor, al pluriempleo y la precariedad, a los debates del género y el sexo, a la estética trapera y a las plazas llenas de grafitis. Este género, tan popular en el siglo pasado, quiere hoy volver a conectar y hacerse oír en las nuevas generaciones. 

De esta voluntad nació Amores en Zarza, una obra que terminó de representarse en febrero de 2021. Partía de un texto escrito por Nando López: 15 números musicales con grandes piezas de compositores como Federico Chueca, Joaquín Valverde, José Serrano o Pablo Sorozábal. "El amor y el cambio climático son los dos temas que más salían en los coloquios de después de las funciones: interesan a los chavales. Así que Nando López enzarza, nunca mejor dicho, con una historia sobre eso con adolescentes y grandes hits de zarzuela", cuenta Bianco. "Muchos estudiantes nos dicen que nunca habían escuchado el género y, sin embargo, al venir aquí les encanta. También vemos el éxito porque cada vez se presentan más jóvenes a las audiciones". Los cinco espectáculos de las anteriores ediciones se pueden seguir viendo en alta calidad en el YouTube del teatro y, según la organización, cantidad de institutos no solo han ido presencialmente, sino que siguen trabajando con los vídeos en las aulas. 

José Pastor es uno de los 17 actores que trabajaron en Amores en Zarza: "Mi personaje es un chico gay que, harto de la precariedad y la explotación en España, decide volar alto y sueña con irse fuera. Pero su madre, que es una kelly, y su novio, le atan para que no abandone Madrid". El actor José Pastor nunca había sentido interés por la zarzuela, lo veía como algo propio de otros tiempos, "pero entonces vi el espectáculo La verbena de la Paloma del Proyecto Zarza y lo disfruté muchísimo. Es adaptar los clásicos de zarzuela a lo que nos preocupa y nos sitúa en el ahora. Es acercarse al acerbo popular desde una mirada actualizada. Tenemos que darle la vuelta al concepto zarzuela, seguimos flipándolo con Hamlet y William Shakespeare y es más antiguo que esto. Hay que quitarse los prejuicios y acercarse a las zarzas". 

Otra de las actrices de esta edición, Cristina García, sí conocía la zarzuela porque las veía en casa de su abuela. "Me presenté al proyecto porque varios amigos habían estado en La revoltosa, y estaban contentísimos con el equipo y con la experiencia en la zarzuela. Yo fui a la representación y me quedé muy sorprendida por el giro. Así que me presenté". Cristina en el escenario es Elena y su gran conflicto es con el trabajo porque "ella es filóloga y repartidora de comida a domicilio y siente que está demasiado explotada. Le pagan muy poco y tiene que ir muy deprisa trabajando. Ella reflexiona sobre cuánto sacrifica en su vida personal con tal de pagar el alquiler que es altísimo". Problemas que se encuentran muchos de nuestros jóvenes, y que enganchan a la trama que acompaña las piezas musicales consagradas de zarzuela. 

José Pastor siente que es muy importante que en los coloquios de después de las funciones salgan temas como la homosexualidad: "Una chica me preguntó si no me daba reparo besar a un chico en el escenario. Yo le dije que mi cuerpo se pone al servicio de la obra, y que, en cualquier caso, el amor entre personas sea del género que sea siempre es válido".

José considera que el teatro también sirve para trabajar temas candentes: "Hay un personaje trans que habla con lenguaje inclusivo y nos han preguntado mucho por la “e” de todes en los coloquios. La clave está en visibilizar y que se vaya aceptando". El director considera fundamental el diálogo de después de la actuación, dado que "se describen muchos secretos que hay detrás del telón, así como se pone voz a inquietudes y cuestiones de las personas que se sientan en las butacas". 

Daniel Bianco y el equipo del Teatro de la Zarzuela consideran que lo importante es que los adolescentes conozcan el género, y luego, después de haberse acercado al teatro, o a los vídeos de los espectáculos, decidan si les gusta o no.

"Descubrir tu patrimonio es descubrir de dónde vienes y luego uno escoge el camino. Hay a muchos jóvenes que la música de la zarzuela les conquista porque resuena en ellos los temas de nuestros grandes compositores", subraya el director de la Zarzuela. "El Proyecto Zarza nació con muchas dudas: modernizar el espectáculo daba vértigo. Pero después de los éxitos que hemos tenido con más de 30.000 espectadores de entre 13 y 18 años, vamos a seguir apostando por él". Las audiciones están abiertas hasta el 15 de abril, los interesados tienen que mandar su currículum y un vídeo con una interpretación vocal a la web del Teatro de la Zarzuela.