Violento, macabro, sangriento, el crítico literario Harold Bloom describió al escritor, un claro heredero de William Faulkner y Ernest Hemingway, como “un genio de estirpe shakesperiana”. Y le incluyó entre "los cuatro grandes" de su tiempo, junto a Philip Roth, Don DeLillo y Thomas Pynchon. A Bloom le parecía que Meridiano de sangre era la mejor novela desde Mientras agonizo, de Faulkner. De hecho, la sombra de Faulkner era sobre él tan alargada que el editor en Random House de sus primeras cinco novelas Albert Erskine, había sido el último editor del escritor de El ruido y la furia.

Stephen King lo ha colocado también en un puesto de honor: "Quizás el mejor novelista estadounidense de mi tiempo", ha asegurado al lamentar su fallecimiento en su cuenta de Twitter.

Muchos de sus escritos han sido llevados, sobre todo en las últimas décadas, a la gran pantalla. La adaptación de No es país para viejos, de los hermanos Cohen, con Javier Bardem como protagonista, ganó el Oscar a Mejor película en el año 2008. Su último trabajado adaptado al cine fue en 2013 Hijo de Dios, de la mano de James Franco y protagonizada por Scott Haze, Tim Blake Nelson y el propio James Franco.

McCarthy, que vivió en Ibiza (España) y en El Paso, hablaba español y no era raro que insertase diálogos en este idioma sin traducción en algunas de sus novelas; algunos críticos han señalado que en la prosa de McCarthy el español y el inglés se modulaban mutuamente y eso constituía un hecho diferencial de su estilo.

El pasado 10 de noviembre se publicó el testamento de McCarthy, dos novelas que en España y América Latina se editaron en un solo volumen: El pasajero / Stella Maris, aunque en EEUU se publicaron por separado y con un mes de diferencia. Las novelas, que son independientes pero está conectadas, están ambientadas con ocho años de diferencia y narran la historia de dos hermanos, un retrato íntimo a la vez que una reflexión filosófica, sobre la moralidad, la ciencia, el pecado y la locura. La ciencia es un elemento importante en estos escritos y se señaló que, por tanto, no era extraño que su mesa de trabajo estuviera situada en un despacho del Santa Fe Institute, un centro de investigación multidisciplinar dedicado a los sistemas complejos adaptativos, como lo es el propio ser humano.

McCarthy pasó parte de su niñez en uno de los escenarios de sus primeras novelas, en Tennessee. En 1965 llamó la atención de la crítica con El guardián del vergel, libro con el que ganó el premio Faulkner a la primera novela. Más tarde aparecieron La oscuridad exterior, Hijo de Dios y Suttree. En 1981 recibió el premio MacArthur Fellowship y escribió Meridiano de sangre. En 1992 publicó Todos los hermosos caballos, el primer volumen de su Trilogía de la Frontera, que mereció el National Book Award. Completan la trilogía En la frontera y Ciudades de la llanura. En 2006 apareció su aclamada novela La carretera. La crítica literaria advierte que McCarthy fue depurando su escritura con el paso de los años, creando un estilo diferente al final del que tenía en un comienzo.

Es también autor de la obra de teatro El Sunset Limited —que posteriormente convirtió en guion para un telefilme homónimo dirigido y protagonizado por Tommy Lee Jones, en 2011— y del guion El consejero, para Ridley Scott (2012), en la que de nuevo actuaba Bardem.

Sus lectores tuvieron que esperar 16 años desde La carretera, para poder leer una nueva obra del autor, que finalmente fueron dos. Sus novelas, decía la crítica, eran esencialmente masculinas y apenas aparecían personajes femeninos en ellas.

Su nombre sonó siempre como un potencial ganador del premio Nobel y, en el día de su muerte, muchos han lamentado que no se le concediera ese reconocimiento. El también fallecido Javier Marías aseguraba que, a su juicio, McCarthy era sin duda el escritor que más lo merecía.