Para hacer más daño, quien sí conseguía ser nominado era Ryan Gosling como Mejor actor de reparto. Es decir, en una película sobre Barbie, dirigida por una mujer, y protagonizada por Barbie, el nominado es… Ken. Irónicamente es de todo eso de lo que habla Barbie. Del patriarcado, de lo complicado que lo tienen las mujeres, de lo que se les exige y de que nunca es suficiente. Que Ken pueda ganar un Oscar sin que Barbie esté nominada parece un chiste escrito por Greta Gerwig (que sí está nominada al premio por su guion del filme).

El ninguneo a Robbie ha sido especialmente comentado, y los fans de la película y las redes sociales han ardido tras conocerse las nominaciones. Hasta Ken ha lamentado la ausencia de Barbie en los Oscar. Ryan Gosling ha emitido un comunicado en donde agradece su candidatura y se muestra feliz, pero donde también su sorpresa y tristeza porque no esté su compañera y su directora. “Decir que estoy decepcionado de que no estén nominadas en sus respectivas categorías sería quedarse corto”, dice Gosling.

“Nunca pensé que diría esto, pero me siento increíblemente honrado y orgulloso de que me hayan nominado por interpretar a un muñeco de plástico llamado Ken”, dice al comienzo de su texto para luego reivindicar a sus colegas: “Pero no hay Ken sin Barbie, y no hay película de Barbie sin Greta Gerwig y Margot Robbie, las dos personas más responsables de esta película que ha hecho historia y ha sido mundialmente reconocida”. 

“Ningún reconocimiento sería posible para nadie de esta la película sin su talento y su valor. Contra todo pronóstico, con nada más que un par de muñecos sin alma, con poca ropa y afortunadamente sin entrepierna, nos hicieron reír, nos rompieron el corazón, hicieron avanzar la cultura e hicieron historia. Su trabajo debería ser reconocido junto con el de otros nominados que también lo merecen”, continúa para concluir añadiendo su alegría por la otra nominada del filme, America Ferrera, que dio la sorpresa como mejor Actriz de reparto. 

Gosling coloca el foco de nuevo en la falta de mujeres entre las nominadas en un año que, aunque tiene tres películas a cargo de directoras entre las diez finalistas a Mejor película, solo tiene a una entre las de Mejor dirección (Triet).