El puñetazo hace tal daño a la SGAE que según señalan fuentes cercanas a estos músicos se llevarían hasta el 80% del repertorio que gestiona la propia SGAE, lo que suponen cientos de millones de euros. 

Esta baja masiva fue solicitada el pasado mes de junio y se une a los más de 120 miembros del colegio audiovisual que han pedido cambiarse a DAMA, la entidad alternativa a la SGAE en la gestión de derechos audiovisuales. Entre ellos directores como Pedro Almodóvar y José Antonio Bayona, que se acogieron a una baja que se podía solicitar hasta el pasado 30 de septiembre y que se hará efectiva el 1 de enero.

La música es uno de los sectores que más volumen de negocio mueve para la entidad de gestión, por lo que los disidentes creen que "esto significará el fin de la SGAE". "Habrá que ver si la retirada del repertorio es total o parcial, es decir si son todos los derechos o parte de ellos, porque gestionar todos los derechos es complicado pero aún con la retirada parcial el volumen de negocio sería el mismo”, explica la misma fuente. Los músicos aducen que la SGAE "no ha querido ver lo que estaba pasando”. 

Requerimiento del Ministerio 

Este no es el único problema que tiene la SGAE. La otra guerra la tiene con el Ministerio de Cultura, que ya solicitó la intervención a la Audiencia Nacional de la entidad, y aunque el juez se manifestó no competente, en el Ministerio se está a la espera de que se resuelva.

Los músicos disidentes entienden ahora que tal competencia podría pasar al propio Ministerio, "aunque como el gobierno está en funciones no creemos que tomen una medida de tal calibre”.

A esto se suma que el pasado 17 de septiembre la junta directiva de la Sociedad General de Autores y Editores aplazó su Asamblea General Extraordinaria, prevista para el 15 de octubre y donde se iban a votar sus nuevos estatutos, hasta "comienzos de 2020" ya que sus servicios jurídicos consideran que se iba a celebrar sin "garantías jurídicas".

Este cambio en su calendario llegó después de que el Ministerio de Cultura enviara a la SGAE un nuevo requerimiento para que en el plazo de tres días le informara sobre si los socios que se han dado de baja, y en particular aquellos que se han encomendado a la entidad de gestión Dama, habían recibido un "tratamiento discriminatorio".

Lo que parece evidente es que "no hay marcha atrás”, como dicen los músicos, y la previsión es montar la nueva entidad al 1 de enero. "Y si no la tuviéramos a esa fecha, nos llevaríamos los derechos de la SGAE”, advierten.