Eloy Fernández Porta es un autor difícil de encasillar, al menos ciñéndonos a los patrones clásicos de lo que consideramos un escritor y ensayista. No porque no pueda ser considerado un intelectual, cosa que nadie pone en duda, sino porque las fuentes de las que bebe su conocimiento son tan variadas y eclécticas como sorprendentes.
El cómic, la novela negra, el cine o el metal extremo –aunque sus filias musicales son interminables– se unen en su universo de inquietudes al posestructuralismo, la teoría queer o el psicoanálisis.