Bruselas presentó este lunes unas directrices para garantizar que los controles que algunos países están imponiendo en sus fronteras no impiden la circulación de bienes esenciales, como medicamentos o alimentos, en un momento de extrema necesidad por la propagación del coronavirus.

"Queremos asegurar que, incluso en situaciones de control de fronteras (...), se toman medidas para permitir la circulación rápida de bienes y mercancías", explicó en rueda de prensa el portavoz comunitario Eric Mamer.

La Comisión Europea (CE) tiene constancia de que hay "kilómetros y kilómetros de congestiones en algunos cruces entre países porque los camiones no pueden atravesar una frontera o por el efecto dominó" que se produce en otros puntos, dijo el portavoz.

El objetivo de las directrices de Bruselas es "anticiparse" y asegurar que las empresas siguen recibiendo lo que necesitan y que no hay desabastecimiento.

Las directrices subrayan que los países deben "garantizar la cadena de suministro de productos esenciales, como medicamentos, equipamiento médico, alimentos perecederos y ganado" e invita a los países a designar filas prioritarias en los cruces de fronteras para el transporte de mercancías.

También les insta a asegurar "el constante aprovisionamiento para cumplir las necesidades sociales y evitar en pánico en las compras y el riesgo de multitudes en tiendas".

La CE se refiere asimismo a los controles sanitarios que se llevan a cabo tanto en las fronteras exteriores de la Unión como en las que separan entre sí a los países miembros.

Sobre ese punto, deja claro que todas las personas, tanto europeas como de terceros países, "son objeto de chequeos sistemáticos en los puntos de cruce" para acceder a la Unión Europea (UE).

Los Estados miembros "tienen la posibilidad de rechazar la entrada a un nacional de un tercer país que no tenga residencia en la UE" cuando presenta síntomas o ha estado expuesto a un riesgo de infección considerado una amenaza a la salud pública.

Insiste, no obstante, en que toda decisión de rechazo de la entrada debe ser "proporcionada y no discriminatoria".

Sobre las fronteras internas, Bruselas señala que los Estados miembros pueden reintroducir temporalmente los controles "si está justificado", por ejemplo cuando hay riesgo ligado a una enfermedad contagiosa.

En ese caso, el país debe notificar esa decisión a Bruselas, algo que hasta la fecha han hecho siete Estados miembros: Austria, Alemania, la República Checa, Dinamarca, Lituania, Polonia y Hungría, según la CE.

Los controles se deben aplicar de manera "proporcionada" y teniendo en cuenta "la salud de las personas afectadas", dicen las directrices, que dejan claro que no se debe denegar la entrada a los individuos que estén "claramente enfermos" sino que han de adoptarse "las medidas apropiadas".

Para esos supuestos, se prevé que los afectados tengan acceso al sistema sanitario del país de llegada o de salida, algo que será coordinado "entre los dos" Estados.