El gobierno de Australia impuso hoy a sus ciudadanos una prohibición "indefinida" de viajar al exterior y declaró una emergencia de bioseguridad humana por la pandemia del COVID-19, tras confirmar 454 infectados y 5 fallecidos dentro de sus fronteras.

"Hemos elevado la prohibición de viaje para los australianos al nivel 4. Esta es la primera vez que sucede en la historia de Australia", dijo el primer ministro de este país, Scott Morrison, en una rueda de prensa en Camberra.

Previamente, el Ministerio de Exteriores había emitido una recomendación en la que pide a los residentes y ciudadanos australianos regresar lo antes posible a la nación oceánica debido al cierre de las fronteras en gran parte de los países.

Asimismo la aerolínea Virgin Australia anunció la cancelación de todos sus vuelos internacionales del 30 de marzo al 14 de junio, un día después de que Qantas redujera sus desplazamientos al extranjero en 90 % a partir de finales de mes.

El mandatario australiano, quien descartó una cuarentena nacional, también informó de que están prohibidas las reuniones "no esenciales" de más de cien personas, con ciertas excepciones.

Morrison indicó que las escuelas permanecerán abiertas y limitó el número de visitas en los hogares de ancianos, entre otras medidas para limitar la propagación del COVID-19.