La banca europea llega a esta crisis con un balance más sólido que en la anterior, y la española no es una excepción, y tiene más y mejor capital, lo que le ayudaría a absorber las pérdidas que se puedan registrar en el primer trimestre de 2020 por el parón económico del coronavirus.

Así lo cree el presidente del MUS, el organismo supervisor del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria, en una entrevista con un diario digital, que basa esta consideración en los datos recopilados sobre los resultados trimestrales del sector en EEUU, aunque espera que en Europa las pérdidas no sean tan grandes.

Asimismo, ha recordado que los bancos europeos disponen en sus balances de 30.000 de los 35.000 millones de euros que iban a destinar al pago de dividendos, por lo que tienen las alforjas aún más llenas.

También ha pedido a todos los agentes del mercado (inversores, analistas y agencias de calificación) que no estigmaticen a las entidades que decidan utilizar los colchones de capital y liquidez que la nueva normativa europea les obligó a dotar por si se producía otra crisis económica y financiera, porque "están ahí para eso".

En España, igual que en el resto de la UE, el principal problema es "la baja rentabilidad, la eficiencia todavía en vías de mejora y cierta necesidad de consolidación", es decir, que hacen falta más fusiones y también completar la unión bancaria con la creación del fondo europeo de garantía de depósitos.

"Esta no es una crisis que haya sido provocada por malas prácticas de la banca", como la anterior, y esta vez, el sector puede ser "parte de la solución" y "reparar su reputación" ayudando a sus clientes a cruzar el desierto de las medidas de confinamiento y restricción que se han puesto en muchos países y que impiden que las empresas puedan desarrollar su actividad como siempre", ha dicho.