El Banco de España ha anunciado que durante el tercer trimestre mantendrá en el 0 % el colchón de capital anticíclico que se aplica a las exposiciones crediticias en España, el cual no prevé aumentar "por un tiempo prolongado" hasta que se disipen los principales efectos económicos del coronavirus.

El colchón anticíclico es un instrumento macroprudencial que busca que las entidades de crédito acumulen capital en las épocas de crecimiento del crédito para que pueda ser liberado en las fases de descenso, de manera que contribuye a suavizar las oscilaciones del ciclo de crédito.

También refuerza la solvencia del sistema bancario durante las fases de crecimiento, que es cuando se suelen acumular los riesgos, y ayuda a mitigar la disminución del flujo de crédito nuevo a la economía cuando dichos riesgos se materializan.

Según la nota remitida este lunes por el Banco de España, el "profundo impacto" que ha generado la crisis del coronavirus y la incertidumbre en el proceso de reactivación económica "requieren que las entidades de crédito mantengan el flujo de financiación de la economía real", por lo que "no es el momento adecuado" para que acumulen capital.

Por ello, el organismo incide en su intención de no aumentar el porcentaje del colchón de capital durante los próximos trimestres, "al menos hasta que los principales efectos económicos y financieros derivados de la crisis del coronavirus se hayan disipado y se haya retornado a una senda de recuperación macroeconómica".

La decisión ha sido tomada de conformidad con las recientes expectativas del Banco Central Europeo (BCE), la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) y el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea en respuesta a la COVID-19.

En ellas, se ha aconsejado una reducción coordinada de este instrumento macroprudencial cíclico por parte de las autoridades nacionales y, en su caso, el uso de este colchón por parte de las entidades con el fin de absorber posibles pérdidas y facilitar así la provisión continuada de crédito a la economía real.

SIGUE LA SENDA DE MARZO

El organismo continúa de este modo en la senda del pasado marzo, cuando defendió que la irrupción de la pandemia y las "necesarias" medidas de contención aplicadas en España han dado paso a una situación "que aconseja no activar este instrumento por un período prolongado".

Asimismo, explicaba que dichas medidas, adoptadas no sólo en España, sino en muchos países europeos, han llevado a una "disrupción muy severa de la actividad económica", con un impacto que ya es visible y los indicadores disponibles apuntan hacia "una fuerte contracción de la actividad económica a escala global".

En este contexto, "las políticas públicas son cruciales para evitar que la caída a corto plazo de la actividad y las rentas de familias y empresas acabe transformándose en algo más persistente", concluía.