Así es la herramienta IR!: el registro salarial para ayudar a las empresas a aflorar y combatir la brecha de género

"La brecha salarial es algo que no quieres tener, no crees tener, pero que cuando la mides te la encuentras". Son las palabras de una alta directiva de una gran empresa que ha reproducido este jueves María del Val Díez, presidenta de la Comisión de Igualdad y Diversidad de CEOE. La patronal ha participado junto Cepyme y los sindicatos CCOO y UGT en la presentación de la herramienta IR!, consensuada con el Ministerio de Trabajo y el de Igualdad para facilitar a las empresas cumplir con sus obligaciones en materia de igualdad retributiva, como el registro salarial desde este 14 de abril.

Y, sobre todo, con el objetivo de que esa transparencia arroje luz sobre a las desigualdades entre hombres y mujeres para poder eliminarlas.

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha presentado este jueves junto a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y representantes de los agentes sociales este instrumento, que ha calificado de "una manifestación más del diálogo social" y de sus frutos. La herramienta IR! "es un instrumento de acción, ya no es momento de declaraciones, sino de actuaciones", ha sostenido Díaz.

En concreto, la herramienta es una hoja de cálculo de Excel (descargable aquí), en la que se contemplan varios modelos de tablas para facilitar a las empresas el registro salarial por sexo que deben tener –todas ellas, sea cual sea su tamaño– desde el pasado miércoles, dentro de la normativa de igualdad retributiva que ha desarrollado el Gobierno.

Irene Montero ha destacado la labor del Instituto de las Mujeres en la elaboración de una guía (que se puede descargar aquí) con unas "instrucciones de uso" de la herramienta y para explicar de manera detallada este modelo de registro propuesto. "La Herramienta consiste en un fichero Microsoft Excel en el que hay que incorporar los datos. A partir de ellos, y de forma automatizada, la aplicación realizará los cálculos necesarios para los análisis", explica el documento.

El instrumento de transparencia incorpora dos tipos de información. Por un lado, "importes efectivos", es decir, la "información obligatoria fidedigna" de las retribuciones efectivamente percibidas por los trabajadores, para cada una de sus situaciones contractuales. "Sus promedios y medianas deben estar desglosados por sexo, por categorías, grupos profesionales, niveles, puestos o cualquier otro sistema de clasificación que sea utilizado en la empresa". Esta es la obligación obligatoria que exige los registros salariales que deben tener todas las empresas desde el 14 de abril.

Por otro lado, con la herramienta IR! se pueden calcular los "importes equiparados". "La herramienta de registro incluye la denominada 'equiparación' de las retribuciones para proporcionar un dato adicional de comparabilidad, ofreciendo importes equiparables", destaca el Ministerio. ¿Qué quiere decir esto? Que se crea una variable más, una añadida (no obligatoria según la normativa) en la que se preteden marginar elementos como la parcialidad en el empleo, la temporalidad o las reducciones de jornada, para poder comparar diferentes puestos en una situación contractual equiparable, con jornada completa y durante todo el año.

Además, la herramienta ofrece tablas adicionales para empresas que deban realizar no solo el registro salarial por sexos sino también una auditoría retributiva. Las empresas deben implementar la auditoría cuando les es exigible el plan de igualdad. Desde marzo de 2021, la obligación alcanza a las compañías a partir de 100 trabajadores y tienen un año más, hasta marzo de 2022, las empresas de 50 a 100 trabajadores.

En las auditorías, el registro salarial deberá reflejar, además, "las medias aritméticas y las medianas de las agrupaciones de los trabajos de igual valor en la empresa, conforme a los resultados de la valoración de puestos de trabajo". Para detectar qué puestos tienen igual valor, el Instituto de las Mujeres ha publicado una guía que también puede servir de referencia.

Las dos ministras presentes en el acto han destacado el trabajo de todas las personas involucradas en el desarrollo de la herramienta IR! y, en especial, a los representantes empresariales y sindicales, que han respaldado este instrumento. Lo importante, han destacado todas las presentes, es que la herramienta sea útil, un instrumento "vivo", que facilite la labor de transparencia salarial a todas las compañías y en especial a las pequeñas, que son tienen menos recursos.

Una vez las empresas completen sus registros salariales (o sus auditorías), los datos evidenciarán en muchas casos situaciones de desigualdad. En caso de que las diferencias retributivas superen el 25%, la empresa deberá argumentar el motivo de este decalaje que explique que no existe una discriminación. Irene Montero ha destacado el valor de las estadísticas que resulten de los análisis que realicen las empresas, que funcionarán como un "adecuado señalamiento" de las tareas pendientes para lograr la igualdad entre hombres y mujeres.

"La brecha salarial es una realidad, pero cuyas causas son muy complejas, a veces difíciles de identificar", ha apuntado la representante de CEOE, por lo que ha destacado la "utilidad" de esta herramienta que "las empresas estaban esperando". "La igualdad salarial requiere ser gestionada con conocimiento profundo de las causas. La herramienta será una solución útil y realista gracias al equipo que la ha negociado", ha celebrado María del Val Díez.

Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, ha confiado en que la herramienta ayude a aflorar desigualdades difíciles de detectar y que en muchos casos explican la brecha: "la infravaloración del trabajo que realizamos las mujeres". Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical de CCOO, ha destacado también la importante de arrojar luz sobre los complementos salariales, "que esconden más de la mitad de la brecha salarial". Sobre la valoración de los puestos de trabajo siguiendo la lógica de "igual valor", CCOO presentó recientemente un estudio que visibiliza la brecha salarial en la industria del pescado.

"La brecha salarial es una deuda histórica con las mujeres de este país", ha destacado Antoñanzas, que ha confiado en que, una vez se detecten los problemas en el seno de las empresas, la negociación entre empresarios y trabajadores consiga dejarlos atrás. "Hoy podemos decírnoslo a nosotras mismas. Estamos un poquito más cerca", ha asegurado la vicepresidenta Yolanda Díaz.