Sandra Ortega asumirá el roto por la gestión de Sarasola en Room Mate que da por sellada la crisis accionarial

La trayectoria empresarial de la cadena hotelera Room Mate está llena de giros de guión. Hace poco más de un año, la compañía encabezada por Kike Sarasola entró en concurso de acreedores. Unos meses después, el fondo buscagangas Angelo Gordon salió a su rescate y en medio, la que fue accionista de referencia, Sandra Ortega, desahució a la hotelera de sus establecimientos en Miami y Nueva York y abrió un frente legal contra quien fue su mano derecha por su actuación en la gestión de Room Mate.

Ahora, este rompecabezas corporativo añade, por un lado, nuevas piezas y, por otro, da algunas por colocadas.

La enseña hotelera acaba de dar entrada a nuevos accionistas en su filial de apartamentos, Be Mate. Así lo confirmaba Room Mate, al hacer pública una inyección de fondos de 11,5 millones de euros en la cadena de apartamentos turísticos, que asumen la firma de inversión Barlon Capital, el principal inversor de esta (Javier Rubió) y el empresario mexicano, Alex García. Sarasola, que ejerció de casero de políticos como Albert Rivera o Isabel Díaz Ayuso, mantiene la presidencia de ambas empresas turísticas.

Be Mate está en este rompecabezas porque Sandra Ortega -dueña de cerca de un 5% de Inditex e hija de Amancio Ortega- presentó una demanda contra quien fue su mano derecha en la gestión de su patrimonio, José Leyte, donde reflejaba que su exgestor obtuvo de Kike Sarasola una opción de compra del 16% del capital de Be Mate por 45 euros, que según un análisis de KPMG estaba valorada en 2,4 millones.

Es esa crisis financiera de Room Mate, quien fue el administrador concursal de la empresa -la firma PwC- reconoció que la hotelera tenía una deuda que, en total, alcanzaba los 199 millones de euros. De ellos, cerca del 43%, más de 86 millones, se correspondían con créditos realizados por Rosp Corunna, la sociedad patrimonial de Sandra Ortega. 

Ahora, tras la entrada de nuevos inversores en Be Mate y la toma de control de Room Mate por el fondo Angelo Gordon, la compañía encabezada por Kike Sarasola da por cerrada la disputa con la inversora gallega, según afirmó una portavoz de Room Mate a elDiario.es, sin concretar más detalles. Por su parte, Rosp Corunna no ha querido realizar ningún tipo de declaración.

Ese cierre de etapa conlleva poner punto final a la deuda que tenía la sociedad ya disuelta Room Mate, lo que supone dejar atrás ese pasivo y que Sandra Ortega tenga que asumir ese roto de más de 86 millones, al que se sumaría el capital que inyectó en la empresa hotelera.

El otro frente que tiene abierto Ortega es la demanda presentada por cinco entidades financieras -Abanca, Bankinter, Deutsche Bank, Banca March y Société Générale- que reclaman a Ortega 140 millones de euros por préstamos concedidos a Room Mate que resultaron impagados. Sandra Ortega sostiene que esos préstamos se concedieron en base a documentos en los que se había imitado su firma y no serían de su responsabilidad.

Tras la disolución de Room Mate SA, como cabecera de la actividad, la compañía ha trasladado el negocio a otra sociedad denominada Room Mate Hospitality & Leisure, según figura en el Registro Mercantil. La Room Mate original se disolvió, por su situación concursal, el pasado 15 de diciembre, según consta en el Registro. 

Tras la entrada de nuevos inversores en la sociedad heredera de Room Mate y en el negocio de apartamentos Be Mate, Sarasola mantiene la presidencia de ambas. PwC, que ejerció como administrador concursal, aseguró que el concurso fue fortuito y eximió de responsabilidad al anterior equipo directivo, encabezado por el empresario, según recogió la prensa económica.

En septiembre Room Mate comunicó que, ya con Angelo Gordon como socio de referencia, mantenía a Kike Sarasola como presidente ejecutivo y a Víctor Fernández Cintrano como consejero delegado de la cadena. 

Un mes después, la compañía dio detalles de cómo percibe la evolución de su negocio. En concreto, apuntó que prevé cerrar 2023 con un volumen de ingresos de 105 millones de euros, lo que supondría la mejor cifra de facturación de su historia, según recogió Europa Press. Actualmente la cadena opera más de una veintena de hoteles.

También, que esperaba que el resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía aumente a 15 millones de euros, lo que supondría un incremento del 300% con respecto al 2019, el año previo a la pandemia y del desplome de la actividad turística. No indicó, sin embargo, previsiones en cuanto a su resultado neto, si cerrará con beneficio, algo que hasta ahora se le ha resistido.

En el año 2019, que en ese momento fue el mejor de la historia de España en número de turistas, el balance de Room Mate presentó unos números rojos que superaron los 7,4 millones de euros. Ahora, en 2023, el turismo en España ha superado con creces los datos de ese año prepandemia y, alimentado por la subida de los precios de los alojamientos, ha llevado a la mayoría de empresas hoteleras a mejorar sustancialmente sus resultados.