Los sindicatos denuncian un

Nuevo conflicto laboral en Cruz Roja, una de las mayores ONG en el país y adjudicataria de multitud de servicios públicos. Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han demandado a la entidad ante la Audiencia Nacional por aplicar un "ERE encubierto". Es decir, por echar a un número significativo de la plantilla sin seguir el procedimiento del despido colectivo, con más garantías para los afectados. En Cruz Roja guardan silencio ante las preguntas de elDiario.es.

"Entendemos que es un ERE encubierto", explica Emilio Andrés Oliver, responsable de Intervención Social de CCOO.

El sindicalista explica que las personas despedidas exceden las 30 en distintos puntos del país y, dado que es una empresa de más de 300 empleados –son alrededor de "13.000"–, la normativa laboral obliga a abrir un procedimiento de despido colectivo (ERE), que debe ser negociado con la representación de la plantilla.

Rubén González, responsable de Cruz Roja en UGT, explica que los sindicatos ni siquiera saben "el número exacto" de personas despedidas, ya que en algunos centros de trabajo "no se han comunicado" a la representación de la plantilla o los sindicatos mayoritarios no tienen delegados. "Pero en total exceden por mucho los 30, tenemos constancia de entre 45 y 50 despidos", añade González, que teme que el número de salidas haya sido bastante superior.

Cruz Roja, que ha rechazado hacer declaraciones al respecto, defiende ante los sindicatos que son despidos individuales en distintos centros de trabajo "independientes", explican los representantes de los trabajadores. Una idea que CCOO y UGT niegan. "Es una misma empresa a nivel nacional, con el mismo CIF", destaca Emilio Andrés Oliver.

Los trabajadores fueron despedidos en el último trimestre del año, "la mayoría en diciembre", explica Rubén González, en un goteo de salidas individuales en multitud de centros de Cruz Roja. "En Madrid, Asturias, La Rioja, Almería... repartidos por toda España", sostiene el representante de UGT. Los afectados son tanto personas con contratos algo más recientes, como algunas con "más de 20 años de antigüedad en la empresa".

La gran mayoría de los trabajadores se fueron a la calle con despidos individuales por causas objetivas, ya sea económicas u organizativas, y por tanto con la indemnización mínima de 20 días de salario por año trabajado. "Como mucho", indican en CCOO, ya que indican que puede también haber salidas de empleados eventuales, a los que se haya finalizado el contrato.

Los representantes de la plantilla advierten de la gran relevancia de saltarse un procedimiento de ERE, ya que "va en detrimento de los derechos de los trabajadores", apunta Emilio Andrés Oliver. En primer lugar, la empresa se salta la obligada negociación del despido colectivo, para el que debe cumplir ciertos requisitos que justifiquen estas salidas de los afectados.

En segundo lugar, sin esa negociación, la parte trabajadora no tiene posibilidad de ejercer sus dos principales herramientas para reducir el impacto del ERE. Por un lado, intentar rebajar el número de despidos, con medidas como recolocaciones en otros puestos. Por otro, para las personas a las que no se pueda evitar la salida, se trata de mejorar sus condiciones de salida con mayores indemnizaciones.

Las centrales sindicales han acudido a los tribunales con la intención de que declaren nulos los despidos y obliguen a la ONG a readmitir a los afectados, pagándoles los salarios dejados de percibir en este tiempo. Y, en caso de que Cruz Roja quiera seguir prescindiendo de estos trabajadores, CCOO y UGT advierten de que debería formalizar el ERE y cumplir sus condiciones.

Los representantes sindicales reconocen lo "llamativo" de encontrar este tipo de incumplimientos laborales en entidades sociales y ONG. Al menos para "el público, que se espera que sean empresas más sensibles por sus valores y la labor social que realizan", sostiene Rubén González.

"Dentro, en la práctica no es así, a veces es incluso peor, porque se exige más a los trabajadores", añade el representante de UGT, que recuerda que Cruz Roja es una gran empresa, "una multinacional con más de 12.000" personas en plantilla.

Este nuevo conflicto se suma a la batalla por aumentar los salarios en varios puntos del país, donde CCOO y UGT denuncian que Cruz Roja paga sueldos por debajo del convenio del sector. Esta aún sigue abierta, con una demanda en la Audiencia Nacional presentada el pasado mayo, aunque ha estado "paralizada" tras algunos intentos de negociar con la empresa. De momento, sin éxito, explican los sindicatos.

En CCOO también destacan esa contradicción entre la labor social hacia el exterior y un incumplimiento laboral de este calado entre sus profesionales. "El personal de Cruz Roja tiene que tener los mismos derechos laborales que los demás trabajadores", subraya Emilio Andrés Oliver.