La banca española ha mejorado su solvencia en el último año, al tiempo que ha reducido su tasa de morosidad, pero aún así se sitúa a la cola de la media de la Unión Europea, según los datos publicados este viernes por la Autoridad Bancaria Europea (ABE).

A 30 de junio pasado, la ratio de capital de la banca española adelantando los futuros requerimientos, lo que se conoce en el argot como "fully loaded", era del 11,57 %, mejor que el 11,46 % de cierre de 2018, sin embargo, lejos de la media europea del 14,41 %.

Si se tiene en cuenta la ratio CET1 actual de la banca española, a finales de junio de 2019 estaba en el 11,89 %, igualmente por debajo de la media europea del 14,63 %.

El ejercicio de transparencia llevado a cabo por la ABE sirve de base para los futuros test de estrés y ofrece información detallada y comparable de 131 bancos de la UE, entre ellos 12 españoles: Abanca, BBVA, Banco Cooperativo, Sabadell, Santander, Bankinter, BFA-Bankia, CaixaBank, Ibercaja Banco, Kutxabank, Liberbank y Unicaja Banco.

Entre las entidades españolas también hay grandes diferencias, ya que KutxaBank, con una ratio CET1 "fully loaded" el 16,10 %, y Bankia, con el 13,22 %, son las entidades más solventes españolas, mientras que en el lado opuesto se colocan el Banco Santander, con el 11,06 %, y el Sabadell, con el 11,11 %.

En el caso de la morosidad, otro de los indicadores claves de estos ejercicios, la banca española también ha conseguido mejorar sus datos en el último año, ya que ha pasado del 3,75 % de finales de 2018 al 3,47 % de cierre de junio de 2019, pero los datos son también peores que la media europea, que está en el 2,99 %.

Igualmente hay claras diferencias entre las entidades y Bankinter y Kutxabank figuran con las tasas más bajas, del 2,56 % y el 3,05 %, respectivamente, mientras que el Banco Cooperativo, con el 6,83 %, y Unicaja Banco, con el 5,51 %, presentan los peores datos.

En el conjunto de la Unión Europea, la solvencia de la banca en términos "fully loaded" se ha mantenido estable en el 14,4 % mientras que la morosidad ha disminuido al citado 2,99 %, una caída impulsada principalmente por el crecimiento de los préstamos y los títulos de deuda.

No obstante, el organismo con sede en París que preside José Manuel Campa sigue poniendo el foco en la baja rentabilidad del sector europeo que, a cierre de la primera mitad de 2019, era del 7 % y sigue estando por debajo de su coste de capital.

Los bajos tipos de interés y una competencia intensa por parte no sólo de bancos, sino también de nuevos competidores o las "fintech" añaden presión a esa rentabilidad, explica la ABE.

Ante esas perspectivas, la institución aboga por "racionalizar" los gastos operativos, lo que hace pensar en ajustes de la red de sucursales y personal o fusiones para ganar eficiencia.

La ABE precisó que, dentro de la UE, casi el 70 % del total de exposición a economías de mercados emergentes estaba en manos de bancos con sede en España y el Reino Unido.

Los primeros se concentran en Brasil, México y Turquía, y los segundos en China y la India.