El movimiento social mundial Extinction Rebellion se ha manifestado este domingo en el centro de Madrid en defensa de los océanos, "el principal pulmón del planeta", pidiendo a los gobiernos "la justicia climática y ecológica ya".

Coincidiendo con la celebración de la cumbre del clima (COP25) en la capital de España, unos 50 activistas, han recorrido las calles céntricas calles de Fuencarral y la Montera, hasta llegar a la Puerta del Sol, portando esqueletos de especies marinas extintas o amenazabas y a grito de "contra la extinción, somos la rebelión".

Esta nueva acción de Extintion Rebellion, nacido hace un año con el objetivo de influir sobre los gobiernos del mundo y las políticas medioambientales globales mediante la resistencia no violenta para minimizar la extinción masiva y el calentamiento global, se suma a la protagonizada ayer en la Gran Vía madrileña, que ocuparon durante dos horas.

Extinction Rebellion ha pedido a los gobiernos que actúen ya para frenar la pérdida de biodiversidad y reducir los gases de efecto invernadero a emisiones cero netas en 2025, y ha recordado que el último informe de la ONU advierte de que los océanos, que producen entre el 50 % y el 85 % de oxígeno de todo el mundo, lo están perdiendo a un ritmo sin precedentes.

"Somos un movimiento de experiencias civil pacífico que intenta ponerle freno a la crisis climática y ecológica, presionando a la élite política" y "hoy salimos a la calle para que se sepa la verdad", ha señalado a Efe un portavoz de Extintion Rebellion Saúl Flores.

Con esta marcha por la muerte de los océanos, intentan reflejar que "llevamos décadas viendo como el principal pulmón del planeta y la principal fuente de oxígeno, los océanos, están sufriendo las causas de esta crisis climática y ecológica", ha explicado.

Según Flores, la presión a través del arte y la desobediencia civil "estrictamente pacífica" permite a los ciudadanos formar parte de estas acciones, lo que "garantiza una participación numerosa que presione verdaderamente a la elite política".

Flores señala: "Lo que está claro es que no hemos hecho nada para parar la crisis climática y ecológica en estos años y una cumbre más no puede pasar en vano".

Por ello, con estas acciones, el movimiento pretende mandar un mensaje a la comunidad política para que entienda que aquí hay rebeldes de más de 20 países que están demostrando que la sociedad civil "se puede reunir, traspasar las fronteras y formar un movimiento global y, por lo tanto, llevar a cabo una acción global ante un problema global".

Flores ha anunciado que Extintion Rebellion no va a bajar su presión en la segunda y última semana de la cumbre y seguirá haciendo nuevas acciones en Madrid.