Los primeros diez años de la entrada en vigencia del acuerdo comercial entre Perú y Estados Unidos han sido un punto de inflexión en la relación bilateral y han constituido el impulso definitivo en los convenios firmados por Perú con el resto del mundo.

Así lo valoraron autoridades de ambos países al recordar este martes en Lima la entrada en funcionamiento de ese pacto.

La firma del Acuerdo de Promoción Comercial (APC) con Estados Unidos "fue un esfuerzo sin parangón en la historia del Perú, (por) el nivel de unión a pesar de las discrepancias, a pesar de lo difícil que fue explicar la necesidad de tener un acuerdo con nuestro principal socio comercial", recordó este martes el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Édgar Vásquez.

El APC, más conocido como tratado de libre comercio, entró en vigencia en 2009, cuando el comercio bilateral bordeaba los 9.000 millones de dólares y las exportaciones peruanas eran sobretodo mineras y textiles.

- INTERCAMBIO COMERCIAL SE DUPLICA

Sin embargo, una década más tarde, el intercambio comercial entre Perú y Estados Unidos prácticamente se ha duplicado, al llegar a los 17.500 millones de dólares en 2018 y ha creado nichos para productos que ni siquiera se conocían fuera de las fronteras peruanas, como los arándanos, el producto estrella de la agroexportación.

Vásquez comentó, durante su participación en el encuentro "#Contigo en la Ruta: 10 años de vigencia del APC Perú-Estados Unidos", que las exportaciones no tradicionales atraviesan una situación positiva, "a pesar del escenario global complejo y desacelerado".

La negociación del acuerdo comercial abrió "el camino al Perú que le permite, en época de desaceleración global, tener un comportamiento mejor que el de sus vecinos en América Latina", apuntó Vásquez en referencia al estimado de 2,5 % de crecimiento de su PIB en 2019.

El ministro agregó que el convenio con EE.UU. "es, fue y sigue siendo modelo de lo que negociamos con el resto de países", dado que el país ha sumado una veintena de acuerdos de libre comercio con socios alrededor del mundo desde entonces.

- LOS ARÁNDANOS APARECEN EN ESCENA

Según las cifras oficiales de Perú, las exportaciones peruanas a EE.UU. se incrementaron en 66 %, entre 2009 y 2018, pero las no tradicionales subieron 134 % y las agroexportaciones lo hicieron en 224 %.

Los arándanos han tenido un crecimiento promedio de 111 % anual desde 2013 y las paltas (aguacates) un alza de 121 % promedio anual desde el 2009.

El embajador de EE.UU. en Perú, Krishna R. Urs, expresó en el evento que el acuerdo comercial "ha creado nuevas categorías de productos, si miramos a las agroexportaciones, esto es un sector que se ha creado casi de la nada".

"El año pasado, Perú exportó a EE.UU. más de 200 millones de dólares en arándanos, un producto que hace cinco años casi no existía. Este año vamos a estar en 500 millones de dólares", anotó.

El diplomático afirmó que el tratado "se ha convertido en un elemento muy positivo en la relación bilateral, y ha dado un rendimiento que muy pocos de nosotros hubiéramos esperado hace 20 o 10 años".

Urs remarcó que el convenio "ha ayudado a cambiar la imagen de Perú en Estados Unidos porque estos acuerdos establecen estándares altos" para el comercio y las inversiones.

- SINDICATOS RECLAMAN PRESENCIA DEL ESTADO

A pesar de los avances en el campo exportador, el principal gremio de sindicatos laborales, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), no se mostró tan optimista al analizar los diez años del APC con Estados Unidos.

"Desde un principio nosotros nos opusimos al TLC con EE.UU. por considerar que no era posible competir en igualdad de condiciones con empresas que tienen apoyo gubernamental (...) con nuestros productores que no tienen apoyo del Gobierno", declaró a Efe el representante de Relaciones Internacionales de la CGTP, Juan José Gorriti.

Para el vocero sindical, el beneficio otorgado por el TLC ha sido "muy poco o nada porque no se ha reflejado en creación de puestos (de trabajo) de calidad, en un país donde cerca del 70 % está en la informalidad, tanto en la informalidad a través de empresas formales, como en la creación de sus propios puestos de trabajo: los autoempleados".

Gorriti criticó que "muchos empresarios apuestan por el crecimiento económico pero no es igual al desarrollo, tienen que haber políticas que lleven a eso y acá simplemente el Estado está a parte".

"Mientras que en otros países hacen un TLC, pero apoyan a sus empresas y además obtienen un beneficio que invierten en la sociedad, acá no se da eso", señaló Gorriti.

Mónica Martínez