Bolivia cerró la gestión 2019 con una inflación de 1,47 por ciento pese al registro negativo de 1,54 en diciembre pasado y a pesar del alza de precios en octubre y noviembre, meses en que los conflictos sociales afectaron al país, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE).

"En diciembre de 2019, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación porcentual negativa de 1,54 por ciento, respecto al mes de noviembre. La variación acumulada y a doce meses fueron de 1,47 por ciento", señala un boletín de prensa del INE.

La variación negativa de diciembre se contrapuso al 2,54 por ciento alcanzado en octubre y la más alta que fue la de noviembre, con 3,41 puntos porcentuales, según los datos del instituto.

Durante la crisis política y social registrada en Bolivia entre los pasados octubre y noviembre hubo un desabastecimiento de alimentos que derivó en el alza de precios de algunos productos como las carnes de res y pollo, además de las hortalizas.

La inflación negativa en el último mes de 2019 "se debió principalmente al decremento de los precios" en las divisiones de alimentos y bebidas no alcohólicas, vivienda y servicios básicos y alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar, según el reporte.

Sin embargo, algunas partidas que sí tuvieron incrementos en diciembre fueron las de transporte, prendas de vestir, actividades recreativas y comunicaciones, señala el reporte estadístico.

El economista Alberto Bonadona aseguró a Efe que el nivel de inflación acumulada en 2019 "favorece en parte a la estabilidad económica" del país.

No obstante, consideró que el índice de inflación negativo de diciembre "no es precisamente el mejor signo para alcanzar un mayor impulso a la tasa de crecimiento", algo que podría sentirse este año.

"El crecimiento, por lo general, viene con algún tipo de inflación y no necesariamente con inflación negativa como la que se presentó a final de año", apuntó Bonadona.

La inflación anual de 2019 está por debajo de la registrada el año anterior, cuando el índice llegó a 1,52 por ciento, de acuerdo a una tabla referencial que se expone en el reporte del INE.

Para el economista, esto último muestra "una tendencia a la desaceleración de la economía" que deberá atenderse con un refuerzo de la inversión pública y con un impulso a las exportaciones, principalmente las agroindustriales.

Durante los casi catorce años de gestión de Evo Morales, el criterio para definir el incremento salarial se basó en que el porcentaje esté por encima de la inflación.

Por ello, se prevé que el dato de la inflación acumulada en 2019 sirva como referencia para las negociaciones para el incremento salarial que habitualmente se realizan antes del 1 de mayo.

La definición del incremento salarial ha sido producto de negociaciones entre el Gobierno y la representación sindical boliviana, sin la intervención de la patronal nacional que este año busca ser parte de ese diálogo.

Para la gestión 2020 el Presupuesto General del Estado (PGE) proyecta un crecimiento económico de 4,24 por ciento y una inflación de 3,98 por ciento.