Italia registra este viernes una caída en el número de fallecidos y de nuevos infectados por coronavirus. Según los datos diarios ofrecidos por las autoridades italianas, en las últimas 24 horas 570 personas han muerto con COVID-19, 40 menos de los registrados el jueves (610). Los nuevos contagios caen de los 4.204 de ayer a 3.951, una diferencia de 253.

La cifra de altas también aumenta en comparación con los datos de ayer: 1.985 pacientes han sido dados de alta en las últimas 24 horas. En total, Italia suma 147.577 infectados, 18.849 muertos con coronavirus y 30.455 curados.

El Gobierno ha anunciado este viernes que prolongará las medidas de confinamiento y el cierre de actividades no esenciales hasta el 3 de mayo con algunas excepciones a partir del 14 de abril como papelerías y librerías.

A pesar de las peticiones de la patronal italiana para reabrir las empresas, el Gobierno de Giuseppe Conte ha presentado otro decreto para prolongar las actuales medidas que estaban vigentes hasta el 14 de abril, cuando terminan las vacaciones de Semana Santa.

"Es una decisión difícil y necesaria de la que asumo toda la responsabilidad", ha anunciado el primer ministro en un mensaje al país. En el momento en el que entre en vigor, solo podrán abrir las librerías, papelerías, tiendas para niños y algunos servicios de silvicultura.

La llamada "fase 2" de reapertura gradual del confinamiento y de las actividades anunciada por Conte se iniciará a partir del 4 de mayo, aunque los ancianos y las personas con mayor riesgo se prevé que deberán permanecer aislados.

Los expertos del Comité Científico Técnico que asesoran al Gobierno han puesto la atención en la necesidad de continuar el aislamiento para evitar movimientos masivos durante los puentes del 25 de abril y del 1 de mayo.

Mientras tanto, el ministerio del Interior ha preparado un plan de controles en las carreteras y autopistas para evitar que se circule estos días de vacaciones y se intente llegar a las segundas casas en la playa o en la montaña o visitar a familiares.

No se tratará de puntos de control aleatorios en la entrada y salida de las ciudades, sino en embudo, con desvíos y paradas obligatorias en las áreas de servicio de la carretera donde las autocertificaciones se examinarán una por una.

Solo aquellos que se muevan por trabajo (sanitarios, voluntarios y miembros de protección civil) o por una emergencia pasarán, mientras que todos los demás serán sancionados y deberán volver a sus casas.