Sin bajar al parque, sin socializar con otros niños, sin acudir a la escuela. Las consecuencias del coronavirus también son duras para los más pequeños, especialmente para los que se encuentran en familias y zonas con pocos recursos. El  cierre de los colegios en 188 países -que afecta a unos 1.500 millones de alumnos- amenaza con disparar la malnutrición, pues casi 370 millones de niños en 143 países dependen de los las escuelas para tener una fuente de alimentación fiable, según advirtió este jueves la ONU.

También inquietan los efectos psicológicos del confinamiento en los niños y niñas. España es uno de los países  más restrictivos, mientras que países como Dinamarca ya han vuelto a abrir sus escuelas, como mostramos en esta comparativa de países europeos.

La preocupación por los efectos del confinamiento en el desarrollo de los niños es normal, dicen los expertos, asegurando que hay motivos para la calma y, sobre todo, un factor que marcará la experiencia: la forma en que lo vivamos y se lo filtremos los adultos. A continuación, algunas imágenes que muestran cómo niños y niñas de todo el mundo viven la crisis del coronavirus.Confinados en las favelas y campos de Gaza

Un niño observa las labores de desinfección desde su vivienda en la favela de Santa Marta, en el sur de Río de Janeiro, Brasil. Ante el abandono y la inacción por parte del Gobierno de Bolsonaro,  las comunidades más humildes se están coordinando para responder al coronavirus, como es el caso de la favela de Santa Marta, que ha sido desinfectada por sus propios habitantes.

"Los efectos nocivos de esta pandemia serán más perjudiciales para los niños de los países más pobres y de los barrios más pobres, así como para los que ya están en situación de desventaja o vulnerabilidad", indicó este jueves el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en referencia a los menores que viven en zonas de conflicto, marginales, o en campamentos de refugiados.

Las consecuencias del coronavirus preocupan en Gaza, uno de los territorios más densamente poblados del mundo, que además carece de medios para enfrentarse a la pandemia. Este 13 de abril, voluntarios del Women's Program Center  distribuyeron material de escolar y de lectura a niños confinados en sus casas  en el campamento de refugiados de Deir al-Balah. Dos semanas antes, varios voluntarios vestidos de pasayo entretuvieron a niños confinados en la ciudad de Khan Yunis,  situada al suroeste de la Franja.

Los más pequeños también toman medidas

La crisis del coronavirus a obligado a toda la población a extremar las medidas de higiene. Enseñar a los más pequeños es vital, como muestra esta imagen del pasado 13 de marzo en la que niñas de un colegio de Río de Janeiro aprenden a cubrirse la boca y toser correctamente en el codo como medida preventiva. Las clases presenciales fueron canceladas tanto en el estado de Río como en Sao Paulo un día después, el 14 de marzo. 

En la imagen, varios voluntarios aplican desinfectante de manos a mujeres y niños antes de asistir a la misa dominical en la catedral de St. John en Peshawar, Pakistán.  UNICEF avisó en marzo de que 3.000 millones de personas,  el 40% de la población mundial, no pueden lavarse las manos, una medida clave para combatir contra el coronavirus.

Varios niños reciben mascarillas sanitarias y jabón desinfectante durante una jornada de concienciación en Herat, Afganistán, el pasado domingo. El primer positivo en Afganistán se dio en esta provincia, que limita con Irán y acumula la mayoría de casos, que ya superan los 320. El país, ya de por sí carente de medios, se enfrenta al coronavirus en un momento político complicado, y sus escuelas fueron cerradas el pasado 14 de marzo como medida preventiva.

Las medidas del prevención contra el coronavirus han dejado estampas tan tiernas como la de varios recién nacidos con protectores faciales en un hospital de Tailandia. El centro explicó a la revista Time que las enfermeras comenzaron a preparar a los bebés para ser dados de alta y, cuando algunas madres explicaron que tendrían que tomar un taxi o transporte público para llegar a casa, "las enfermeras se preocuparon por el bienestar de los bebés y elaboraron a mano los protectores".  

Clases a distancia en la mayor parte del mundo

La UNESCO advirtió a mediados de marzo que la pandemia del coronavirus había dejado sin clase a al menos 850 millones de estudiantes en todo el mundo. En abril, según la ONU, la cifra ya asciende a 1.500 millones. Aunque hay algunas excepciones, como son estos aprendices budistas en Bangkok, Tailandia, que continuaban sus lecciones presenciales respetando la distancia de seguridad este 10 de abril.

Varios niños esperan junto a sus padres para entrar en su escuela en Lyngby, Dinamarca, manteniendo la distancia de seguridad. Las escuelas y guarderías danesas continúan la reapertura gradual iniciada este 15 de abril después de un mes de cierre por el coronavirus. El Gobierno danés es uno de los primeros en relajar las restricciones, una medida que ha generado algunas críticas por su premura y por algunos problemas de comunicación de las autoridades.

Italia, el país europeo con más muertes por el coronavirus, anunció que dejaba salir a los menores acompañados con uno de los dos padres, aunque el primer ministro, Giuseppe Conte, enfrió posteriormente la medida: "No haeautorizado el paseo con los niños, en absoluto. Sólo dijimos que cuando un padre baja a la compra, se puede permitir la compañía de un niño. Pero no debería ser una oportunidad para salir a caminar ", afirmó. En la imagen, un niño juega en el centro de la ONG Salvamamme donde se encuentra acogido junto a su familia, en Roma. Junto a él, un mensaje: "Todo irá bien".