La Comisión Europea (CE) tendrá en cuenta los retrasos que se puedan producir en la adjudicación de la banda de los 700 MHz (megahercios) que se usará para el 5G a causa de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, pero vigilará que no se produzcan demoras innecesarias.

Países como España, Francia, Austria o Portugal ya han comunicado a Bruselas aplazamientos en sus licitaciones de bandas de frecuencias para servicios 5G por la crisis de la COVID-19, que a más tardar debían producirse a finales de junio.

Una normativa comunitaria de 2017 establece que el espectro que se utilizará para las comunicaciones móviles 5G (que incluye la banda de 700 MHz) debe estar disponible en principio para el 30 de junio de 2020.

Es un asunto que la Comisión seguirá de cerca y tendrá en cuenta cualquier dificultad considerando el impacto de una crisis sanitaria de la envergadura de la del coronavirus.

No obstante, ha dejado claro que se deberá evitar cualquier retraso innecesario dado el papel del 5G en la recuperación económica tras la crisis.

Bruselas considera que la crisis del coronavirus ha hecho que las comunicaciones electrónicas, incluidas las móviles, sean todavía más vitales para los ciudadanos y las empresas.

Al mismo tiempo, reconoce que esta situación ha hecho más difícil organizar los procedimientos de autorización y subasta, razón por la cual varios Estados miembros han expresado recientemente su intención de retrasar esos pasos a nivel nacional.

El pasado 30 de marzo, el Ministerio español de Asuntos Económicos y Transformación Digital comunicó a la Comisión Europea que, debido a la pandemia de la COVID-19, aplaza la fecha final para el segundo dividendo digital (liberación de la banda de 700 MHz para el despliegue de redes 5G), que estaba previsto antes del 30 de junio.

En su comunicado a la CE, el ministerio explicó que la nueva fecha se determinará en función de cuándo finalicen las medidas de contención adoptadas para hacer frente al coronavirus.