El representante especial de Estados Unidos para Afganistán, Zalmay Khalilzad ha instado, tras reunirse con las autoridades afganas y los talibanes, a una reducción de la violencia en el país asiático como paso previo para el inicio de las conversaciones de paz entre el Gobierno afgano y los insurgentes.

"En cuanto a la paz, nos mostramos de acuerdo en que la violencia es demasiado alta y que es necesario actuar con urgencia para que todas las partes la reduzcan", anunció Khalilzad este jueves en un mensaje en Twitter tras reunirse ayer en Kabul con el presidente afgano, Ashraf Ghani, y Abdullah Abdullah, que está al frente del proceso de paz.

Abdullah encabeza desde el pasado domingo el Alto Consejo para la Reconciliación Nacional, de reciente creación, un nombramiento que ponía fin a una grave crisis política en Afganistán, al haberse negado a aceptar los resultados de las elecciones presidenciales del pasado septiembre que le dejaron por detrás del reelegido Ghani.

Khalilzad celebró el pacto del domingo entre Ghani y Abdullah que ponía fin a la crisis política y reveló que se trató la necesidad de cumplir el histórico acuerdo entre EEUU y los talibanes firmado el pasado 29 de febrero en Doha, sobre todo en lo que se refiere a reactivar el estancado proceso de liberación de prisioneros de ambos bandos.

También se trató "el inicio de las conversaciones intraafganas".

"El enviado de EEUU expresó la esperanza de que comiencen las conversaciones intraafganas en un futuro cercano. Yo destaqué que la paz también es una prioridad afgana que necesitará un consenso regional e internacional más fuerte, así como una reducción de la violencia y un alto el fuego como pasos fundamentales para las conversaciones", escribió por su parte Abdullah en Twitter.

Antes del encuentro con los líderes afganos en Kabul, Khalilzad se reunió en Catar con el jefe de la oficina de los talibanes, el mulá Baradar, donde le trasladó su "preocupación" por los recientes ataques insurgentes en Afganistán y la necesidad de que se reduzcan.

El portavoz de la oficina política de los talibanes en Doha, Suhail Shaheen, confirmó hoy el encuentro en un mensaje en Twitter, en el que subrayó que ambas partes conversaron de manera detallada sobre "agilizar el proceso de paz".

Estos comentarios llegan un día después de que el máximo líder talibán, el mulá Haibatullah, se refiriera por primera vez al acuerdo firmado en febrero con Estados Unidos como una "oportunidad crucial" para poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.

Pero el Gobierno afgano respondió que antes de hablar de paz los insurgentes deben reducir de manera drástica la violencia, que en las últimas semanas ha vivido un fuerte repunte después de que se mantuviera en mínimos en los días previos y posteriores a la firma del acuerdo en Doha.

Esa violencia ha paralizado por completo también el intercambio de prisioneros reflejado en el acuerdo, que estipulaba la liberación de 5.000 reos talibanes y 1.000 de las tropas afganas, y que hasta el momento había superado ligeramente el millar de reos liberados de manera unilateral por ambas partes.