El exheredero al trono de Jordania, en arresto domiciliario tras ser acusado de desestabilizar la corona

El Gobierno de Jordania acusó el pasado domingo al príncipe Hamzah bin Husein, exheredero a la corona y hermanastro del actual rey jordano, Abdalá II, de buscar "desestabilizar la seguridad" del país y conspirar contra la figura del monarca. Además, las autoridades jordanas aseguraron que el príncipe bin Husein mantuvo "contacto con partes externas" y realizó "movimientos y actividades" con el fin de desestabilizar la zona.

El viceprimer ministro jordano, Ayman Safadi, afirmó en una rueda de prensa que "los servicios de seguridad, a través de investigaciones exhaustivas, han realizado un largo seguimiento de las ocupaciones del príncipe" y aseguró que, tanto él como otros miembros del entorno del rey que también han sido investigados mantuvieron relaciones con fuentes internacionales sobre el momento más apropiado para comenzar a actuar contra la monarquía jordana.

Durante los últimos tiempos, Jordania se ha erigido como un país estable, al menos, con respecto a sus vecinos. Las diferentes disputas entre ellos y sus propios enfrentamientos internos han convertido al país liderado por Abdallá II en un aliado de Estados Unidos y una nación próspera.

Pero Jordania ha parecido contagiarse del resto de sus naciones colindantes. El pasado sábado se vivió en el país una oleada de detenciones realizadas "por razones de seguridad", según aseguró la agencia oficial de noticias jordana Petra.

Entre los arrestados se encontraban un miembro de la familia real y Bassem Awadallah, antiguo jefe de la Casa Real y exasesor del rey jordano Abdalá II, así como a un número indeterminado de ciudadanos, los cuales, según informó el canal Al Arabiya, son "personas cercanas al príncipe Hamzah bin Husein".

Las autoridades del país, además, irrumpieron en el palacio del exheredero a la corona del reino, a quien pusieron bajo arresto domiciliario por lo que los funcionarios de inteligencia consideraron un intento de golpe de Estado contra el monarca gobernante. En un vídeo difundido el mismo sábado, Hamzah dijo que él no formaba parte de ninguna conspiración extranjera y denunció el sistema gobernante corrupto.

En una grabación de voz publicada el lunes por la oposición del país, el príncipe ha asegurado que "no obedecerá" cuando le digan "no puedes salir, tuitear o comunicarte con gente".

El intento de desestabilización denunciado en Jordania ha provocado una oleada de apoyo internacional al rey Abdalá II, cuyo país es una pieza fundamental en el equilibrio de fuerzas de Oriente Medio. El primer país en hacer público su respaldo fue Estados Unidos. En un comunicado, el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price, aseguró que "el rey Abdalá es un socio clave de Estados Unidos" y agregó que "seguirán de cerca los informes y estarán en contacto con los funcionarios jordanos".

Las monarquías del Golfo también salieron en bloque para respaldar a Abdalá II y "la seguridad y estabilidad" de su reino, así como Turquía, Irak, Marrueco e Irán. El portavoz de Exteriores de Irán también mostró su apoyo y aseguró que, "La República Islámica de Irán se opone a cualquier injerencia extranjera y cree que todos los asuntos internos de los países deben solucionarse en el marco de la ley" .

Por su parte la Unión Europea ha hecho también público su respaldo al soberano hachemí. "La UE sigue de cerca los recientes acontecimientos en Jordania. La UE y Jordania tienen una relación fuerte y sólida. Continuaremos apoyando a Jordania y a su población. La UE apoya plenamente al rey Abdalá II y su papel de moderador en la región", dijo la portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, Nabila Massrali, a través de su cuenta en Twitter.