El hundimiento político y económico de Líbano y el intento de Francia de encontrar una solución a esa crisis es uno de los muchos ejemplos de cómo la inestabilidad en el Mediterráneo es una amenaza siempre presente y de las respuestas que los gobiernos europeos pueden aportar, no siempre con éxito. Países como Francia, España o Italia han intentado que el eje mediterráneo sirva como contrapeso a las prioridades habituales de la UE, muy condicionadas por el peso de Alemania y las relaciones con Rusia.
La Fundación Alternativas celebra este viernes un debate para presentar los resultados de un documento elaborado por Itxaso Domínguez de Olazábal y Alfonso Casani titulado 'Aproximación prospectiva a la Vecindad Sur de España y la Unión Europea. Objetivos 2030-2050'. Estará moderado por Vicente Palacio, director de Política Exterior de la fundación.
elDiario.es retransmitirá el debate el viernes 25 de junio a las 11.00.
Además de Domínguez de Olázabal, coordinadora de Oriente Próximo y Norte de África de la fundación, y Casani, profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, participarán Irene Fernández-Molina, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Exeter; Ricard González, periodista especializado en Oriente Próximo y Norte de África; y Isidro González, secretario general adjunto de la Unión por el Mediterráneo.
El documento presenta dos escenarios posibles para las próximas décadas. Uno optimista en el que es posible prever el apaciguamiento de los conflictos sociales gracias a la mejora de la gobernanza en cada país. El otro más pesimista es el que se suele asociar a los países de la zona, con el agravamiento de los conflictos políticos y económicos, la extensión de prácticas autoritarias en los gobiernos y el aumento de las desigualdad sociales.
